La civilización maya se ha destacado por sus avanzados conocimientos en las áreas de arquitectura, arte, escritura y astronomía, entre otras. Fue su profundo saber sobre el funcionamiento de los astros lo que la llevó a crear un calendario muy preciso.

El calendario tenía 13 meses de 28 días cada uno (364 días en total), y un único "día fuera de tiempo" para que el calendario concordara con los movimientos de la Tierra alrededor del Sol.

Este día "fuera de tiempo" es el 25 de julio, el último del año. El 26 entonces marcaría el inicio de un nuevo ciclo. Estas tradiciones han persistido a lo largo de los siglos y aún hoy existen personas que se dedican a interpretar el oráculo maya para determinar los patrones energéticos de las personas.

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Ilustración del calendario azteca

Esta práctica se ha convertido para muchos en una poderosa herramienta de autodescubrimiento, similar a la que se observa en los horóscopos tradicionales o la astrología china.

Según los expertos, el ciclo que recién dejamos atrás llevaba el nombre de "Luna Cósmica Roja", y el que estamos inaugurando se llama "Mago Magnético Blanco". El año anterior fue un periodo de mucha purificación e intensidad emocional: impulsó lo que aceptamos y dejamos fluir, y desbordó lo que contenemos y reprimimos.

Puede que las cosas no hayan salido del todo bien, y para eso existen ciertas creencias relacionadas con el año nuevo maya, que nos ayudan a honrar el camino recorrido incluso si sentimos que todo salió mal.

Según Jaime San Martín Barzi, facilitador y terapeuta, el nuevo año Mago Magnético Blanco será un ciclo para crear la vida que mejor concuerde con nuestros deseos y naturaleza.

Tenemos que prestar atención a atraer lo que queremos y liberarnos de la influencia de lo que no nos hace bien. Todos tenemos el don de crear las circunstancias para una vida mejor y más rica. Este es un don con el que todos nacemos y tenemos el poder de aprovecharlo al máximo.

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Pirámides México

Posturas encontradas

A pesar de que el año nuevo maya atrae la atención de ciertas comunidades astrológicas, existen algunos que cuestionan el significado o incluso la existencia de lo que consideran el supuesto año nuevo maya.

Para algunos, esta tradición no tiene base académica y no hay evidencia de que la cultura maya la haya practicado. Se cree que la idea de la tradición proviene del antropólogo estadunidense José Argüelles, quien durante el siglo XX propuso una forma de interpretar los ciclos lunares mayas.

Según señalan algunos expertos, no hay un único calendario maya, lo cual explicaría las diferentes posturas acerca del año nuevo.

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Fuente:

Clarín

Milenio