Hay una transgresión muy positiva: aquella que busca romper tabúes, prejuicios y mandatos de una cultura. En este sentido, observar la sociedad en la que vivimos nos permite reconocer su clara tendencia al consumo excesivo y buscar salirnos de la carrera ilusoria hacia el éxito.

Muchos autores como Carl Honoré han explicado que la hiperactividad actual, fruto de la cultura capitalista, nos lleva a usar nuestra energía en metas que nos hacen olvidar las cosas importantes de la vida.

Es por ello que lo verdaderamente transformador tiene que ver con el tiempo, la lentitud y el goce. Aquellas prácticas que podrían considerarse como “no productivas” son, por el contrario, tan necesarias como vitales para el bienestar y el equilibrio de todos los seres humanos.

La prisa, por su parte, está estrechamente relacionada con la lógica capitalista y el circuito de producción. Por ello es que detener el ritmo alocado, desacelerar y disfrutar del presente nos lleva a lugares de mayor consciencia, calma y paz.

leer te

CAMINAR ES TERAPÉUTICO

“Caminar es a menudo un rodeo para encontrarse con uno mismo” asegura David Le Breton en uno de sus ensayos, donde también sostiene que las caminatas son esenciales para poner en pausa temporalmente aquellas preocupaciones abrumadoras y típicas de las sociedades contemporáneas.

¿Has imaginado que caminar podría ser una práctica transgresora? Sal a caminar y hazlo despacio, observando todo lo que sucede a tu alrededor. Tómate el tiempo de disfrutar de un paseo que te permita transformar la ansiedad y el estrés.

LEER DEVUELVE LA SOBERANÍA SOBRE LA ATENCIÓN

En este mundo completamente digitalizado, la lectura nos permite elegir dónde colocar nuestra atención. Muchas veces la información nos colapsa, despersonaliza y aleja de nuestro equilibrio mental y emocional.

La lectura, además de regalarnos una pausa del trabajo, las exigencias y responsabilidades, nos invita a elegir conscientemente aquello en donde queremos enfocar nuestra energía, cultivar nuestra imaginación y expandir la mente.

EL SILENCIO DESINTOXICA Y REVITALIZA

El silencio es una forma de cuidarnos, de escuchar la naturaleza de las cosas y de encontrar nuevas perspectivas. En muchas ocasiones el silencio puede generar miedo, ya que tenemos la creencia de que el vacío es algo negativo. Por el contrario, estar en silencio puede ser una oportunidad de desintoxicación y desconexión del mundo exterior para oír el mundo interior.

mujer lee apoyada en un arbol

En definitiva, todos los momentos dedicados al autoconocimiento, la tranquilidad y el placer pueden considerarse revolucionarios para la cultura en la que vivimos. El silencio, caminar y leer tienen algo en común: nos obligan a reflexionar. Esto puede traer consigo muchos beneficios, como la toma de decisiones en base a nuestros profundos deseos, la expansión de nuestra consciencia y el crecimiento de nuestra sabiduría interior.

¿CUÁLES SON LAS PRÁCTICAS QUE CONSIDERAS REVOLUCIONARIAS PARA NUESTRA CULTURA? ¡CUÉNTANOS EN LOS COMENTARIOS!

Fuentes:

Espacio Suma Cero

Ined 21