Seguramente has escuchado que todo es energía vibrando en diferentes frecuencias. Tu cuerpo físico, tus pensamientos y tus emociones también son energía en constante movimiento. Y así como debemos cuidar la energía del planeta, debemos cuidar la propia. Si cada uno vive una vida en equilibrio, podremos ayudar activamente a mejorar el planeta en el que vivimos.

El ser humano funciona como un ecosistema: se relaciona consigo mismo, con todas sus funciones vitales y espirituales, y con el medio externo, el ambiente y sus vínculos. Por ello, es que cuidar la energía del interior y del exterior es esencial para vivir una vida en armonía y plenitud. Te compartimos algunas claves.

CUIDA TU ENERGÍA INTERIOR: TU CUERPO FÍSICO, TUS EMOCIONES Y TU CONEXIÓN ESPIRITUAL

- Presta especial atención a tu alimentación, ya que la digestión toma más del 50% de la energía que el cuerpo necesita diariamente. Mientras más liviano sea tu proceso digestivo, más vitalidad sentirás durante el día. Prueba incorporar frutas y verduras de estación y eliminar los azúcares refinados de tu dieta.

- Haz una actividad que te permita liberar tus emociones para que no se estanquen en el cuerpo, creando bloqueos en el flujo de energía. Algunas opciones podrían ser: clases de yoga, biodanza o bioenergética.

- Busca actividades que te conecten con tu ser más espiritual: encuentros de meditación, canto de mantras o círculos de mujeres.

mujer abre sus brazos en un bosque conectando con la naturaleza

- Encuentra un espacio terapéutico donde puedas asistir de forma semanal, quincenal o mensual. Hay muchas terapias alternativas que integran el cuerpo, la mente y el espíritu y son ideales para dedicarte al estudio de ti mismo. Conocerte te permitirá saber en profundidad qué acciones concretas necesitas realizar para cuidar tu energía interior.

CUIDAR TU ENERGÍA EXTERIOR: LOS ESPACIOS QUE HABITAS Y LAS PERSONAS CON LAS QUE TE RELACIONAS

- Aprende a decir que no a las invitaciones o propuestas que sabes que drenan tu energía. Muchas veces puedes asistir por compromiso a lugares con una energía densa que luego forma bloqueos energéticos en tu cuerpo.

- Libérate de las personas que no te hacen sentir bien y de las personas que drenan tu energía en vez de potenciar tu luz. Rodéate de quienes puedas nutrirte de forma recíproca y con quienes puedas construir relaciones sanas, basadas en el amor, la honestidad y la confianza.

- Despréndete de los objetos viejos que pueden estar bloqueando la energía de los ambientes que habitas. Especialmente los elementos que tienen una carga emocional para ti. Haz espacio para que la energía circule libremente y no se estanque en el pasado.

- Busca pasar tiempo al aire libre para desconectarte y recargarte de la energía de la madre tierra. Puedes, además, llevar la naturaleza a donde quiera que vayas: la abundancia de plantas y flores eleva la vibración de cualquier ambiente al que asistas.

¿DE QUÉ FORMAS CUIDAS TU ENERGÍA? ¡CUÉNTANOS EN LOS COMENTARIOS!