El sexo es parte muy importante de las relaciones sociales de casi todas las culturas alrededor del mundo, y la mayoría de las personas lo experimenta en algún momento de su vida. Sin embargo, existe una minoría -no tan pequeña como creemos- de personas que a la madura edad de 40 años nunca ha tenido relaciones sexuales.

Uno de ellos es Jeremy, quien a sus cuarenta años nunca ha mantenido relaciones sexuales, y accedió a dar una entrevista sobre su situación.

¿Conoce mucha gente en su misma situación? Según él, nadie cercano a él lo sabe. Puede que su familia tenga sospechas, pero nunca han manifestado sus dudas, aunque hace algunos meses le contó a una mujer que conoció mientras estaba borracho, y por esa razón, no recuerda cuál fue su reacción.

De esta forma, Jeremy también comparte que nunca se han ofrecido a “ayudarlo” a perder la virginidad, así como que nunca pensó en contratar a alguien para perder su virginidad, aunque ahora está abierto a la idea.

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Jeremy confiesa que tiene algo de miedo al sexo. Es que, “como alguien que tiene 40 años y es virgen, ahora el sexo me resulta más amenazante. Siento que soy lo suficientemente inteligente como para saber que el sexo, el sexo real, no es como en el porno. Sé que es un desastre en múltiples niveles. Como soy alguien que se ha tardado muchísimo en perder su virginidad, tengo miedo de no poder alcanzar a todos los demás”.

Pero, ¿qué fue lo que causó que Jeremy se "quedara atrás" en su vida sexual? Jeremy padece de una enfermedad llamada panhipopituitarismo idiopático, que básicamente disminuye de manera anormal las hormonas de la hipófisis. La enfermedad le fue diagnosticada cuando tenía 5 años e influyó de gran forma en su deseo sexual.

La enfermedad disminuye el su deseo sexual hasta el punto en que, según Jeremy, solo comenzó a masturbarse regularmente cuando tenía 30 años, edad en la que su dosis de testosterona natural aumentó considerablemente. Al día de hoy, Jeremy ha tenido dos oportunidades de perder su virginidad, y ambas ocasiones fueron interrumpidas por su condición.

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Pero su condición hormonal no es la única causa. Desde pequeño, Jeremy sufrió por las constantes mudanzas, razón por la que siempre fue el niño que se sentaba solo en la escuela. De hecho, las dos mujeres con las que tuvo la oportunidad de perder su virginidad, las contactó por Internet.

En cuanto a si terminará enamorado de la primera persona con la que tenga sexo, Jeremy predice que tal vez sí termine enamorado, pero desestima la posibilidad de igual manera ya que él es muy maduro. “Me resulta frustrante, deprimente y absolutamente desgarrador que no pueda identificarme con la cultura, que está repleta de sexo”, comenta Jeremy ante la pregunta de si le preocupa quedarse afuera del fenómeno cultural que implica el sexo.

Siento que, a los 40, soy mucho más consciente de que soy una rareza estadística. Sin embargo, también estoy tratando de amarme más a mí mismo. Me doy cuenta de que la combinación de mi condición médica y los constantes cambios de residencia crearon una especie de tormenta perfecta que incluyó problemas de baja autoestima, falta de confianza y mucha inexperiencia social”, concluyó.

Y tú, ¿conoces a alguien en situación similar? Dinos lo que piensas.

Fuentes:

Infobae