Vivimos en un tiempo acelerado, donde prácticamente todos los humanos ansiamos tener respuestas y resultados de inmediato. Sin embargo, hay situaciones y procesos que requieren de su tiempo. Incluso los caminos de desarrollo personal implican una profunda espera para que se produzca un renacer de adentro hacia afuera.

Por ejemplo, si trabajas por tu cuenta estás sujeto a los tiempos de los demás: tus clientes, el mercado, las tendencias, la producción de bienes o insumos, las contrataciones. Pero si te desempeñas en una empresa, también hay tiempos que suelen ralentizarse porque intervienen múltiples factores al ponerse en marcha los procesos. También es difícil la espera en los procesos de búsqueda laboral.

En el caso de las relaciones interpersonales, suele ser exasperante el “destiempo”: cuando uno quiere avanzar en un sentido, quizás las demás personas no están en el mismo ritmo y, por lo tanto, no pueden asumir un compromiso o dar una respuesta inmediata.

A veces la espera puede teñirse de angustia, como cuando aguardas los resultados médicos y afrontas situaciones inciertas.

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Como aprender a esperar

Cómo responder a la ansiedad de la espera

La palabra “espera” proviene del latín sperare, que significa tener esperanza.

Más allá de la necesidad acuciante que a veces puedes tener, es necesario comprender que el proceso de la vida y del desenvolvimiento de las cosas, comportamientos y decisiones propias y de otro, es complejo.

Como todas las cosas que requieren un tiempo de madurez, aprender a esperar se convierte en uno de los principales recursos si quieres conquistar mayor paz y equilibrio en tu vida.

El dominio de esta maestría en el buen “saber esperar” es lo que te conducirá a una vida más plena y libre de ataduras innecesarias.

Como antídoto a la ansiedad y al estrés que produce la espera, aquí van algunas sugerencias para afrontar los tiempos de espera en cualquier aspecto de tu vida.

  • 1. Entender el proceso natural de la vida

Un buen punto de referencia es la naturaleza, con sus ciclos. Tomate un momento para pensar en ellos y comprenderlos. Hacerlo te ayudará a ejercitar la espera.

aprender a esperar
  • 2. Comprender que cada persona tiene su biorritmo natural

El biorritmo es un ciclo de fenómenos fisiológicos que se repite periódicamente y que varía en cada persona. Influye directamente en el estado de ánimo, las emociones y sentimientos, conformando parte de las conductas de las personas.

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  • 3. Hay personas que usan la espera como manipulación

En muchos países se utiliza la frase “dejar en el freezer” a una persona, para hacerla esperar a propósito. Se pretende que esto funcione como una forma de disuasión, que sirva para torcer su opinión o marcar el terreno de quien cree tener el poder en esa situación.

Lo mismo pasa con muchas organizaciones, donde a veces manipulan anteponiendo justificaciones a las demoras, la falta de un pago que deben hacerte o, sencillamente, no te responden luego de haberte consultado.

  • 4. Acepta que hay un tiempo para no mover ninguna ficha del tablero de la vida

Esto aplica especialmente para esos momentos en los que estás ansioso por acelerar los resultados. Aunque resulte difícil, ese es el mejor momento para quedarte en paciente espera.

Cómo ejercitar la capacidad de esperar
  • 5. Céntrate en el presente

La ansiedad se produce por vivir con la mente en el futuro. Cuando aprendas a controlar los pensamientos y traerlos siempre al presente, vivirás más calmado y con mejor disposición para encarar los desafíos cotidianos. A la vez, evitarás agigantar los fantasmas que se producen en las proyecciones imaginarias de lo que podría suceder.

  • 6. Mantente ocupado y reactivo

Esta es una buena forma de convertir el tiempo de espera en algo productivo. Mantén el movimiento: aprovecha para planificar, ordenar, mantener reuniones, tomar un curso en línea, mejorar tu productividad y cualquier otro aspecto.

  • 7. Sostiene la esperanza y la fe

Sin necesidad de dogmas, estos dos recursos le dan sentido a la existencia y a sus momentos. La esperanza es una puerta abierta a las múltiples posibilidades que ofrece la vida, y la fe nos da una perspectiva de certeza de que habrá una respuesta, quizás no la que esperas tal cual la sueñas; aunque siempre llegan a todos las experiencias apropiadas a su tiempo.

Aprender a esperar

¿Te animas a poner en práctica estos consejos? ¡Cuéntanos!

Fuentes:

Daniel Colombo