Muchas veces las parejas se terminan sin que los involucrados entiendan qué ha pasado. ¡Si todo iba tan bien! ¿Cómo puede haberse acabado el amor?

En realidad, lo más probable es que detrás de esta ruptura hubiera muchas pequeñas cosas que fueron llevando a que el amor de pareja muera y, en consecuencia, la relación acabe.

Así que si estás en una relación feliz que quieres conservar y que por nada del mundo deseas que termine mal, deberías tener mucho cuidado ante estas actitudes.

Celos

Tal vez lo has escuchado alguna vez, pero nunca viene mal recordarlo: los celos son enemigos del amor. Nos han hecho creer que “si no te cela, no te quiere”, pero en realidad es completamente al revés… ¡Si no te tiene confianza no te quiere!

La única forma de tener relaciones más felices y duraderas es confiando en el otro.

Mentiras

¿Sabes qué es lo malo de las mentiras? Que una vez que se descubren es muy difícil que la otra persona vuelva a confiar en ti.

Esto no quiere decir que tengas que ser siempre una persona brutalmente honesta, incluso llegando al punto de ser grosera. Pero si comienzas a basar tu relación en una mentira constante es difícil que las cosas salgan bien.

Reproches

Si en cada discusión de pareja sacas a relucir los reproches que tienes desde el día uno, solo generarás emociones negativas de la otra persona y la discusión perderá su eje. Discutir no se trata siempre de quién tiene la razón o quién quiere más, sino de cómo se pueden solucionar las cosas.

Falta de comunicación

La comunicación dentro de la pareja es tan necesaria como el aire que respiramos. Las cosas que no se dicen tarde o temprano terminan apareciendo de alguna manera. En ocasiones, terminan llevando a que muera el amor.

Lo mejor es hablar las cosas ni bien suceden para evitar problemas a futuro o los ya mencionados reproches.

Rutina

A veces se sobrestima la importancia de no caer en la rutina, por eso es importante que quede bien claro que la rutina en sí misma no mata el amor. De hecho, tener hábitos y costumbres es necesario, y hasta puede fortalecer a la pareja.

La cuestión es que esa rutina no se convierta en aburrimiento. Entonces, a los hábitos comunes siempre hay que agregarles una pequeña dosis de magia para que el amor no se acabe.

Costumbre

Esto es mucho peor que la rutina: si estás con tu pareja simplemente porque te has acostumbrado a que así sea, pues las cosas no van del todo bien. Las relaciones se construyen desde el amor, y aunque este necesariamente va cambiando con el paso de tiempo, no puede desaparecer.

El problema es que muchas veces las parejas descubren demasiado tarde que ya no se quieren.

Faltar el respeto

Si la confianza es el pilar fundamental de una relación, el respeto es su mano derecha. Si no respetas a tu pareja, si no aceptas sus tiempos, si no eres capaz de quererle con sus defectos sin exigirle cambiar, entonces tarde o temprano las cosas acabarán mal.

El respeto nunca puede faltar en una relación sana.

¿Tienes algunas de estas actitudes que matan el amor?

Fuentes:

Diario Femenino
Salud 180