Aunque es ampliamente aceptado que las aves descienden de los dinosaurios, los paleontólogos siguen rascándose la cabeza para comprender cómo se produjo este fantástico acontecimiento evolutivo.

Ahora, un extraño fósil de una especie, hasta ahora desconocida de una criatura parecida a un ave con la morfología craneal de un dinosaurio, proporciona pistas sobre cómo las aves empezaron a ultimar su divergencia evolutiva del resto de los dinosaurios.

El hallazgo de esta especie en China, bautizada como Cratonavis zhui, que surcó los cielos del Cretácico temprano hace unos 120 millones de años, plantea en realidad un curioso enigma a los paleontólogos, ya que, aunque se sabe que las aves descienden de los dinosaurios, no es común encontrar partes enteras del cuerpo que parecen evolutivamente dispares entre sí.

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Cratonavis zhui: diferente a todas las demás aves

En concreto, los científicos descubrieron que el Cratonavis zhui conserva una escápula y un primer metatarso sorprendentemente alargados, lo que lo distingue de todas las demás aves, incluidas las fósiles.

Según estiman, esta especie apareció probablemente en algún momento entre la primera ave conocida, Archaeopteryx, que vivió hace unos 150 millones de años durante el Jurásico, y los Ornithothoraces, un grupo de la era de los dinosaurios que ya había desarrollado muchos rasgos de las aves modernas.

Cráneo morfológicamente similar al del Tyrannosaurus rex

El resultado demostró que el cráneo de Cratonavis es morfológicamente casi idéntico al de dinosaurios como el Tyrannosaurus rex, en lugar de parecerse a las aves.

"Las primitivas características craneales hablan del hecho de que la mayoría de las aves del Cretácico como Cratonavis no podían mover su pico superior de forma independiente con respecto al encéfalo y la mandíbula inferior, una innovación funcional ampliamente distribuida entre las aves vivas que contribuye a su enorme diversidad ecológica", afirmó Li Zhiheng, autor principal del estudio.

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En cuanto a la extraña escápula y el metatarso en Cratonavis, Wang Min, coautor del estudio, afirmó que es posible que se tratara de una adaptación para compensar otras características de este antiguo animal que lo hacían poco apto para volar.

El nuevo estudio también demostró que el primer metatarsiano (hueso de las patas) fue objeto de una selección durante la transición dinosaurio-ave que favoreció un hueso más corto para permitirles utilizar el hallux, o dedo gordo, util para aterrizar en ramas y agarrar presas desde el aire en lugar de correr, explica Thomas Stidham, coautor del estudio.

Los investigadores afirman que el estudio llena algunas lagunas sobre cómo algunos dinosaurios evolucionaron hasta convertirse en aves. La singular mezcla de anatomía de la extraña criatura es también una muestra de cómo todos los seres vivos representan incrementos de cambio, y la evolución de las aves se produjo simultáneamente a lo largo de una amplia variedad de caminos divergentes.

Fuente: DW