Por Tamara Brunswig (@astroilustra)*

De la mano de la llegada del fin de año, vamos entrando en la energía de Capricornio, vinculada al esfuerzo, la solidez y los logros. Así se une el cierre de un ciclo anual con una energía que también nos habla de maduración y finales.

Mirar el año para atrás, en retrospectiva, y destacar lo más importante que nos dejó o que aprendimos a lo largo de este tiempo, es un acto que confluye con esta energía que nos invita a bajar a tierra y tomar consciencia de manera más real y objetiva de dónde estamos parados hoy en el viaje de nuestras vidas.

Los frutos que podamos cosechar, tanto los más dulces como los más amargos, dependerán de lo que hayamos hecho hasta acá. De eso se trata la responsabilidad. El crecimiento está en el acto de hacernos cargo, dejar de quejarnos y victimizarnos por lo que estamos viviendo y tomar nuestra vida en nuestras manos.

Debemos dejar de culpar a otros por no estar en el lugar en que el quisiéramos, y empezar a reflexionar sobre qué tenemos que ver en todo esto que nos pasa. Tenemos que pensar cómo llegamos al final del camino de este año 2019, pero la pregunta tiene que ser: "¿Cómo me traje a mi mismo hasta acá?", en vez de cuestionarnos quién o qué tiene la culpa de que lleguemos así.

Y ojo que hacernos responsables no es lo mismo que sentirnos culpables. La culpa nos daña y nos enferma, no nos ayuda a crecer sino que nos hace sentir cada vez más pequeños y desdichados. Así que a limpiar las culpas y las victimizaciones, y a reconocer y aceptar que no todos tenemos las mismas oportunidades y dificultades. Es por eso que tenemos que estar atentos a los juicios, hacia nosotros mismos y a hacia los otros.

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Fuente: cortesía de @astroilustra

Cómo dice la frase, “cada persona que ves, está luchando una batalla de la que tú no sabes nada. Sé amable siempre”. Y esto vale para los otros y para con nosotros también. Aceptar nuestros límites es el primer paso necesario para poder superarlos.

Pero aceptar no significa resignar o rendirse. Por el contrario, hay que ser muy valiente para aceptar aquello que no nos gusta en nosotros porque es un lugar muy incómodo. Pero es necesario reconocer lo que hay para saber con qué dificultades contamos para llegar a donde queremos llegar. Aceptar también es hacernos cargo.

* Tamara Brunswig es Lic. en Psicología, Astróloga (Casa XI), Terapeuta vibracional y Técnica en Análisis Bioenergético. Puedes seguirla en @astroilustra.