Luna llena en Piscis: momento de abrir el corazón al amor incondicional

El movimiento de los astros en el cielo también incide en nuestras emociones. Basta con observar la influencia que tienen en las mareas o en los ciclos del cuerpo para comprobar que lo que vemos tan arriba en el Universo, está más cerca de lo que creemos, ¡y puede mover toda nuestra energía!

Entre el 13 y el 14 de septiembre, la luna llena estará en Piscis, el último signo del zodíaco. ¿Por qué es importante esto? Pues porque se refuerza la energía intensa de culminación que de por sí trae esta fase. Será tiempo de observar la manifestación de algo que nos invita a soltar una vieja etapa, a tomar decisiones y a asumir una lección.

En particular, la luna llena en Piscis podría significar el fin de una batalla contra una adicción (de cualquier tipo), la superación de un estado emocional que se ha mantenido durante un tiempo muy sostenido, un despertar, la posibilidad de ver algo que se ignoraba o se prefería omitir, o el punto cúlmine de un proceso creativo.

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Además, la luna llena en Piscis es la contraparte de la luna llena en Virgo que nos ha traído este año una energía que vuelve más descontracturados a los rígidos y más estables a los etéreos.

Las alineaciones particulares de esta lunación, que son Marte en Virgo y Neptuno en Piscis, podrían significar un tiempo en que no resulta tan sencillo saber qué hacer, o la toma de conciencia de que el camino no es actuar como lo hacen los demás, sino buscar el propio registro.

Por eso, la luna llena en Piscis nos invita con su energía a dejar de hacer lo que ya no tiene sentido genuino para nosotros. ¿Cuántas veces actuamos por el "qué dirán"? ¿O porque creemos que es "lo correcto? Esta luna nos motiva a tomar decisiones que tengan su centro en el corazón; decisiones desde nuestra verdad más íntima y personal.

También nos pone en contacto con un gran poder de transformación, especialmente si estamos en un momento de nuestra vida en que necesitamos superar una situación o llevar adelante un proyecto creativo.

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Además, abre nuestro plano psíquico, aumenta la sensibilidad y nos convoca a practicar el entendimiento, la empatía, ya sea con alguien más (con quien nos sintamos desconectados) o hacia adentro, en la búsqueda de verse y reconocerse en el propio Ser.

Podemos sentirnos más sensibles al dolor, pero también es la oportunidad de abrir el corazón al amor incondicional y a la práctica de la gratitud y la compasión.