Marilyn Monroe es un ícono eterno de Hollywood, tanto como actriz y modelo como por haberse convertido en un símbolo feminista y de aceptación corporal después de su prematura muerte a los 36 años como resultado de una sobredosis de barbitúricos, de la que muchos sospechan que realmente fue un asesinato, debido a diversas circunstancias sospechosas.

A pesar de que su vida sufrió un final tajante y turbio, se le recuerda por su brillante belleza y su talento como actriz. Sin embargo, el estrés del trabajo y de su vida privada (estuvo casada tres veces y solía tener romances breves) la llevaron a sufrir de insomnio y dolores de cabeza.

Así comenzó a consumir drogas para sobrellevar el insomnio como le fuera posible. Llegó un punto en el que necesitó los cuidados frecuentes de un psiquiatra y psicoanalista, Ralph Greenson. El Dr. Greenson, de hecho, fue quien realizó la llamada a la policía para declarar su fallecimiento.

Pero hubo otro problema que condicionó su vida considerablemente: la endometriosis.

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La endometriosis es un trastorno en el que el tejido que normalmente recubre el útero crece fuera de este, dando lugar a distintos dolores en la región abdominal inferior y pélvica sobre todo cuando se defeca o se mantiene relaciones sexuales. Otros síntomas son la menstruación irregular y dolorosa, estreñimiento, náuseas, calambres abdominales y en casos avanzados, infertilidad.

Como podemos imaginar, y como saben las mujeres que lo sufren, esta condición puede deteriorar considerablemente la calidad de vida de cualquiera, y en el caso de Marilyn, su enfermedad le impedía mantenerse parada por mucho tiempo, en conjunto con los demás síntomas comunes.

Es importante recordar que hasta 1960 (ella murió en 1962), el recurso más novedoso para controlar los casos severos de endometriosis era la extirpación de los ovarios con la finalidad de eliminar la estimulación periódica del tejido endometrial. Pero Monroe se negó a someterse cirugía, porque quería convertirse en madre.

Se sabe que ella toleraba el dolor crónico por medio del uso cada vez más intenso de narcóticos, lo que la llevo finalmente a su sobredosis, si la hipótesis del asesinato no fuera cierta.

A pesar de su fama inmortal de mujer hermosa y símbolo sexual, su propia vida sexual terminó siendo pobre, poco placentera o incluso dolorosa como resultado de su condición. Sus síntomas la volvieron tensa y aprensiva del acto sexual.

Lamentablemente, poco se supo de su condición en su momento, y si bien compartía con sus amigos más cercanos los detalles de su sufrimiento, era ampliamente incomprendida. Su co-protagonista de En faldas y a lo loco y amante fugaz, Tony Curtis, comentó cruelmente alguna vez que besar a Marilyn fue como "hacerlo con Hitler. En 2008, el actor diría que fue una broma.

Esta historia y muchas otras revelan lo que realmente se esconde detrás del glamour de las luces de Hollywood. Lamentablemente, la endometriosis sigue siendo una enfermedad crónica que puede perseguir a algunas mujeres por años o décadas, pero los tratamientos han avanzado y con suerte, las mujeres de hoy en día encontrarán más compasión y alivio para su dolor que la pobre Marilyn.

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Fuente:

Para los Curiosos

Mayo Clinic