El mayor deseo de la madre de toda niña es que ella tenga las mejores oportunidades. A medida que pasan las generaciones, las mujeres gozan de cada vez más derechos. En gran medida, porque las mujeres a través de los tiempos soñaron un mundo mejor para sus hijas.

Si tienes una hija pequeña y te da miedo pensar en que un día crecerá, y deberá desenvolverse sola en un mundo que todavía es hostil para las mujeres, tranquila. Es normal y, aunque dé miedo, no queda otra opción que dejarla hacer su camino.

Pero seguramente logrará grandes cosas si logras transmitirle, ya de pequeña, estas seis enseñanzas.

1. El mundo no es un cuento de hadas

Todas hemos visto películas de Disney, y seguramente lo seguiremos haciendo. Pero la vida es otra cosa. Y las mujeres no deberían quedarse esperando que el príncipe azul venga a rescatarlas.

Desde pequeña, es un gran desafío que tu hija comience a poder leer y decodificar los mensajes que ve en todos lados: televisión, películas, cuentos. Habla con ella sobre lo que significa, piensa finales alternativos, imaginen un mundo de hadas en el que las mujeres se valgan por sí mismas.

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2. Siempre tienes derecho a decir que no

Muchas veces se confunde el sometimiento con la buena educación. Ya desde niña, puedes enseñar a tu hija que decir que no es su derecho, y especialmente cuando se refiera a su cuerpo.

Si no quiere darle un beso a alguien, si pide que no le hagan más cosquillas, respétala y enséñale que eso debe hacer todo el mundo.

3. No todo pasa por tener pareja

Muchas veces desde muy pequeños, ya a nuestro alrededor nos presionan. "¿Te gusta un chico?", "¿Tienes novio?". ¡Cuántas veces le hemos hecho esas preguntas a las niñas que conocemos!

Enséñale a tu hija que tener pareja es solo una parte de la vida. Que llega cuando llega, que es hermoso cuando hay amor pero no si es por obligación. Y que el amor puede tomar miles de formas, y no solamente la de la pareja romántica.

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4. Respeta a otras mujeres

La sociedad nos ha enseñado a competir entre mujeres. A atacarnos, a mirarnos con resentimiento. Es lógico: divididas somos más débiles.

Por eso, ya de pequeña sería hermoso que le enseñes a tu hija a ver a otras niñas con respeto y admiración, en lugar de con envidia y bronca. Nada es tan poderoso como comenzar a mirar a la otra como una hermana.

5. Disfruta cada instante

¿Cuántas veces hemos dejado de disfrutar porque no era decoroso "que una mujer haga eso"? Cuántas mujeres a lo largo de la historia dejaron de lado sus sueños, porque no eran para ellas.

Tu hija tendrá un mundo con muchas más oportunidades: enséñale a disfrutarlo. Que baile, que juegue en el lodo, que cante, que abrace, que aprenda. Si ella logra entender que nada es imposible si se lo propone, será una mujer increíble.

6. No te olvides que yo también lo viví

Lo más lindo de la relación entre una madre y una hija es ese compañerismo que surge de atravesar por situaciones similares. Ya desde niña, enséñale a tu hija que puede contar contigo. Que lo que a ella le parece la muerte, posiblemente tú lo viviste (y lo superaste).

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¡Disfrutar el amor de tu hija es el regalo más maravilloso que te dará la vida!

Fuentes:

El club de los libros perdidos