Aquellas experiencias sufridas durante su niñez, le han servido para desarrollar su carrera como artista y lidiar con las dificultades y mandatos culturales. De hecho, actualmente es una de las máximas exponentes del modelaje, solicitada por reconocidas marcas nacionales e internacionales.

“Estoy en el inicio de mi carrera y estoy muy agradecida. Trabajé y trabajo bastante. Tuve experiencias muy buenas y también muy malas. Me estoy haciendo de abajo a puro esfuerzo, fe y ganas”, compartió en una entrevista exclusiva a Todo Noticias.

Fue paciente y perseverante, a pesar del sombrío panorama en el que se desenvolvían sus días producto de la discriminación, Kimberly tenía una meta y no iba a renunciar a ella.

Con coraje y timidez expresó lo siguiente a TN, un medio de difusión argentino:

“Es muy difícil ocupar un lugar como negra y modelo en la Argentina. A veces llego a una producción y de 100 personas, 90 son blancas y el resto, no blancas. Los negros tenemos pocos espacios y no podemos ser mediocres. Tenemos que esforzarnos el doble para llegar. Todo nos cuesta mucho más”

Proveniente de una familia con raíces argentinas y brasileñas, recibió el estímulo paternal y apoyo constante para concretar su sueño. El modelaje no solo es su pasión, sino que también lo es el hip hop ritmo en el que ella se desenvuelve con plasticidad y elegancia.

“Siento que ser modelo es mi venganza contra el racismo. El negro tiene que volar para hacer lo mismo que el blanco hace caminando” enfatizó duramente la joven.

RACISMO EN LAS PASARELAS

En reiteradas oportunidades hemos observado denuncias encabezadas por modelos que fueron excluidas por su color de piel, cabello, estatura e imagen corporal. Aunque las pasarelas se declaren “más inclusivas”, aún no hay un equilibrio y cambio de perspectiva sensato, día a día hay miles de víctimas del racismo en la moda.

Sin embargo, no todas las modelos consiguen las mismas oportunidades, muchas de ellas son apartadas y dejadas de lado, callaron durante años, pero hoy se llenan de coraje y rompen el pacto de silencio. ¿Acaso la elección debe basarse por sus aspectos físicos y no por su talento y autenticidad?

¡Falta pluralidad en el mundo de la industria! Frases como “demasiado negro” o “demasiado blanco” son escuchadas a diario e incrementan la humillación y burla.

El racismo extremista, la xenofobia y la intolerancia avalan la discriminación en las sociedades. En un entorno de poca diversidad, las corporaciones ejercen influencia en los modos de vivir y los prejuicios se acrecientan cada vez más.

¿Cómo puede ser que aún en Siglo XXI seamos rechazados de oportunidades laborales por nuestra etnia, rasgos, condición sexual o nacionalidad?

Sin ir más lejos, recordemos los dichos de Ricky Martin en medio de la problemática por el asesinato de George Floyd en Estados Unidos durante el 2020.

“Soy una amenaza para EE UU por latino, homosexual y casado con un hombre árabe” y sumó con firmeza: “Hay que hablar del amor, hay que hablar del amor: no importa a quién ames, no importa de dónde vengas, tu estrato social y tu color de piel”.

Esto deja en evidencia que la exclusión y actos homofóbicos no distinguen sesgo social, están presentes en la cotidianeidad. De alguna manera, todos somos víctimas y cómplices de que el prójimo sea considerado distinto bajo cánones y estereotipos de belleza instituidos socialmente.

¿HASTA CUÁNDO SEREMOS FUNCIONALES A ESTE SISTEMA QUE RECHAZA AL DIFERENTE?