Entre las búsquedas más frecuentes que se realizan en Google, las cuestiones médicas ocupan los primeros lugares, de ahí que se hable cada vez más sobre la obsesión por autodiagnosticarse a partir de datos que la gente encuentra en la web.

El mundo digital y la existencia de Internet hacen que nuestra manera de pensar haya cambiado mucho en pocas décadas. Es fácil encontrarle aspectos positivos a este hecho: ahora nos es más fácil acceder a grandes cantidades de información, e incluso se nos ofrece la posibilidad de ser (o parecer) sabios en potencia con la simple habilidad de buscar datos.

¿Sabes qué es la hipocondría de Internet? ¿A ti te pasa? Es un fenómeno que puede causar ansiedad y que está generando preocupación en la comunidad sanitaria.

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Si eres de las personas que acuden a una consulta porque tienen miedo de padecer varias enfermedades que descubren en Internet, no estás solo. De hecho, muchos médicos reciben a diario pacientes con hipocondría digital.

Varios signos distinguen en la actualidad a los también llamados "cibercondriacos", entre los cuales se encuentran:

  • Buscan información en Internet acerca de trastornos que podrían estar detrás de sus síntomas.
  • Sienten angustia cuando descubren que los signos de ciertas afecciones coinciden con su malestar.
  • Tienen pánico irracional a la muerte, al dolor y la debilidad.
  • Se obsesionan con el funcionamiento del cuerpo y posibles "anormalidades": latidos del corazón, manchas en la piel, ruidos intestinales, reflejos, etc.
  • Basta que escuchen las características de cierto trastorno para suponer que podría afectar a su organismo en ese instante y comenzar la búsqueda de datos que "corroboren" sus sospechas.

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El riesgo de vivir con hipocondría digital

El peligro de la cibercondría es que resulta perjudicial tanto para las personas que la manifiestan, como para la comunidad médica en general.

La razón es que se trata de una condición capaz de provocar una verdadera crisis de ansiedad en el paciente, quien está "convencido" de padecer una enfermedad grave e incluso mortal.

Otro riesgo es que el afectado puede "dudar" entre el diagnóstico personalizado y certero de los médicos, y las conclusiones que descubrió en su paso por Internet. Es decir, entre la opinión de profesionales de la salud y su "autodiagnóstico".

¿Qué hacer?

Para no caer en una dinámica de comportamientos que nos arrastre hacia algo parecido a la hipocondría digital, es bueno plantearse dos cosas.

Por un lado, buscar indicadores que certifiquen la calidad de las páginas de Internet de las webs médicas, como el sello HONcode.

En cualquier caso, hay que tener claro que sin una formación adecuada en medicina no podemos precipitar conclusiones acerca de enfermedades que podamos tener. Merece la pena analizar, en la medida de lo posible, si nuestros motivos para preocuparnos por una serie de síntomas están fundamentados racionalmente.

Buscar la mayor cantidad de información seria en la web sobre signos de posibles trastornos nos ayuda a comprender determinado síntoma o afección, sin embargo, la experiencia de un médico es indispensable para el cuidado de la salud.

Si sospechas que eres víctima de hipocondría en Internet, ¡relájate! Busca orientación de médicos que puedan ayudarte no sólo a reducir la ansiedad que te invade, sino también a identificar las causas y el mejor tratamiento para un posible trastorno.

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Fuentes:

Salud y Medicinas

Psicologia y Mentes

La Vanguardia