El basidiomiceto Armillarian es un hongo de más de 2000 mil años que fue encontrado en Estados Unidos en la década de los 80. Una nueva investigación asegura que podría arrojar pistas sobre el tratamiento del cáncer.

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Los ejemplares del hongo basidiomiceto Armillaria son muy conocidos por su capacidad para propagarse desde el sustrato leñoso al sustrato en el suelo del bosque a través del crecimiento de las raíces.

Un individuo de esa especie se descubrió a fines de la década de 1980, pero su alcance espacial completo y su dinámica de mutación interna eran desconocidas en ese momento. En ese entonces, el gran hongo cubría al menos 37 hectáreas. Su posible capacidad para combatir en cáncer puede volverlo mucho más relevante de loq que se creía.

(Fuente: Proceedings of The Royal Society)

El hongo gigante

En diciembre de 2018 fue publicado en el portal especializado Proceedings of The Royal Society un estudio titulado “Evolución clonal y estabilidad del genoma en un individuo con hongos de 2500 años de edad”.

La investigación, liderada por el Dr. James B. Anderson de la Universidad de Toronto ,trabajó con 248 muestras de A. gallica en una localidad de Michigan, Estados Unidos. Para identificar a los individuos, crearon genotipos de colecciones con marcadores moleculares y pruebas de compatibilidad somática.

Los científicos encontraron varios individuos diferentes cerca uno del otro, pero un individuo genético se destacó como excepcionalmente grande, cubriendo cientos de sistemas de raíces de árboles en aproximadamente 75 hectáreas del suelo del bosque.

Los expertos, basándose en las tasas de crecimiento observadas en el hongo, estimaron que la edad mínima del individuo grande es de 2500 años.

Con la secuenciación del genoma completo y el descubrimiento de variantes, también encontraron que la mutación se había producido dentro de las células somáticas del individuo, lo que refleja su patrón histórico de crecimiento desde un solo punto.

Los investigadores plantean que la imagen de la evolución clonal en individuos de Armillaria es muy parecida a la de la progresión del cáncer en algunos individuos. Sin embargo, la progresión del cáncer se acompaña de una inestabilidad genómica extrema, no necesariamente debido a la pérdida de la función en los procesos de reparación del ADN, sino más bien a la pérdida del control sobre la replicación del ADN. La tasa de replicación aumenta en la medida en que la fidelidad sufre y el daño en el ADN se acumula rápidamente. La evolución en el cáncer ocurre en un lapso de tiempo más corto que la vida útil del individuo afectado. Esto significa, en otras palabras, que el estudio del hongo puede proporcionar información valiosísima para luego descubrir nuevas maneras de frenar el avance de esta enfermedad.

La evolución celular ocurre de manera similar en los individuos de Armillaria y en el cáncer, pero a lo largo de siglos y milenios, y se caracteriza por una estabilidad genómica extrema. La estabilidad genómica de Armillaria y los mecanismos subyacentes que permiten dicha estabilidad pueden proporcionar un contrapunto útil para el cáncer.

Fuentes:

Proceedings of The Royal Society