Simbólicamente, fin de año es un momento clave para hacer balances, cerrar etapas y proyectar hacia delante. Por eso, muchas veces resulta tan caótico: queremos hacer de pronto todo lo que no hicimos antes de cambiar el calendario, para arrancar de una manera distinta.

Muchas personas se toman este tiempo para reflexionar, plantearse objetivos o incluso, más concretamente, para limpiar la casa, regalar lo que no se usa, o hacer algún cambio.

[También te puede interesar:6 comportamientos que creemos románticos pero son tóxicos]

Con los vínculos pasa lo mismo. Fin de año es un momento ideal para hacer "limpieza" de esas relaciones que ya no están siendo nutritivas para nosotros desde hace tiempo. Nos invita a sincerarnos y priorizar los vínculos reales, quienes están sinceramente a nuestro lado.

[También te puede interesar:¿Son tóxicos o se preocupan por ti? Las dos caras de un trato cruel]

Hacer, en este sentido, una "limpieza" de vínculos no es enviar mensajes a quienes ya no queremos más a nuestro lado, sino que se trata de un trabajo más interno de pensar hacia dónde dirigimos la energía.

Piensa en tu energía como si fuera una batería finita, con cierta carga (¡que en cierto modo, incluso, lo es!) ¿Quieres seguir invirtiendo parte de ella en llamar a esa amiga/o que nunca devuelve el llamado; o en escribirle a ese amor imposible; o en intentar enmendar una relación familiar que se desgastó hace mucho y nada ha podido sanarla?

A veces, el aprendizaje, con los vínculos, es precisamente no forzar. Hay relaciones que en ciertos momentos de nuestra vida nos ayudan y acompañan, pero no por eso debe ser eternamente así. "Limpiarlas" no quiere decir, a veces, eliminarlas por completo si es que no nos hacen daño, sino solo "dejarlas en un cajón", aguardando que el deseo de ambos lados las reactive.

Pero si hay algo que no funciona, algo que intentas y no fluye, o algo que directamente te hace mal, córtalo. El momento del año te ayuda a hacerlo.

No temas. Solo no estarás. Antes que a nadie, siempre te tienes a ti mismo, y es precisamente a ti a quien te debes primero fidelidad.

Así que escúchate y date el espacio para comenzar el año rodeado de aquellos que tu corazón recibe con las puertas abiertas.