Los instintos protectores de una madre pueden alcanzar niveles sobrenaturales, y aunque algunas veces pueden ser un poco excesivos, en esta ocasión estuvieron completamente justificados.

Alexandra Ruddy es una madre normal y corriente que vive en el Reino Unido. Su hijo de 8 años acudió a una excursión escolar en la localidad de jersey. En el viaje, sufrió una caída y se raspó la mano. Parecía ser una herida pequeña e inofensiva, y la madre no le prestó demasiada atención al principio.

Sin embargo, con el paso de los días la inflamación no desapareció, sino que se volvió más visible. Además Ruddy notó un detalle muy inusual: de la inflamación en la mano partía un "camino" rojo que llegaba a la muñeca siguiendo la vía de la vena.

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A Ruddy esto no le gustó nada y decidió no arriesgarse. De inmediato llevó a su hijo al hospital.

La madre contó que el doctor la elogió por tener una respuesta tan rápida, y no era para menos: su hijo estaba sufriendo las etapas tempranas de una condición llamada sepsis, que puede rápidamente convertirse en una enfermedad fatal.

La sepsis ocurre cuando el cuerpo tiene una reacción inmunitaria abrumadora ante una infección: las sustancias químicas liberadas para combatirla desencadenan una inflamación en todo el cuerpo.

En consecuencia, se puede deteriorar el funcionamiento de los órganos internos. Según Mayo Clinic, si la sepsis avanza hasta un choque séptico y la presión arterial desciende de manera drástica, puede causar la muerte.​

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Una madre de la mano con su hijo

Ruddy compartió su historia en una publicación de Facebook que ya no se encuentra disponible, pero de la que quedan las capturas. Allí, Ruddy contaba que el aspecto de la herida se hijo disparó las alarmas porque en 2017 una amiga sufrió un caso similar y los síntomas de su hijo le recordaron a los descritos por ella.

La madre explicó que, afortunadamente, los antibióticos estaban haciendo efecto en el caso de su hijo, y que su rápida acción aseguró que no ocurrieran incidentes más peligrosos.

Con su post, Ruddy trata de advertir a otros padres sobre los efectos de la sepsis, y los alienta a tomar las medidas necesarias para proteger a sus niños. Su determinación e instintos son admirables, y todos podemos aprender mucho de este caso.

Fuentes:

ABC

Clarín