Si eres amante de los gatos, seguramente sabes bien que son seres rodeados de una mística muy especial. No solo suelen tener ojos de intensa y profunda mirada, sino que además muchas personas creen en su capacidad de absorber la energía negativa y actuar como protectores de personas y/o lugares.

Seguramente también sabes que el ronroneo de un gato tiene la cualidad de poder calmar la ansiedad y brindar tranquilidad, debido a su intensa vibración.

Pero, ¿sabías que además puedes meditar con tu gato?

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Meditar junto a tu mascota te ayudará a enfocarte en el presente que, para ellos, es el único instante que existe. Además, podrás aprender de uno de los animales que más saben cómo relajarse.

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¿Cómo meditar con tu gato?

- Escoge un sitio cómodo de tu casa, y un momento del día silencioso.

- Crea tu propio clima de relajación con un incienso y música instrumental.

- Toma tu mat y colócate en una posición cómoda. Puede ser sentado/a en loto o medio loto, o bien recostado en savasana, completamente apoyado/a en el suelo.

- Deja que tu gato se ubique a tu lado, sin forzarlo de más. Si al principio no lo hace, déjalo y no te frustres. Irá acercándose de a poco. Puedes usar algunos trucos como dejarle una almohada que le guste, o colocarte donde entre el sol.

- Una vez que tú estés listo comienza a respirar lentamente haciendo consciente cada inhalación y exhalación. Enfócate en respirar de manera profunda y pausada.

Algunos consejos:

Si es que tienes a tu gato en el regazo, por ejemplo, o bien cerca de ti, puedes intentar sincronizar tu respiración con la de él/ella.

Si tienes problemas para concentrarte, acaricia a tu gato y concéntrate en prestar atención al ritmo de ambas respiraciones. Imagina que con cada inhalación, te llenas de aire y vitalidad; y, con cada exhalación, te desinflas como un globo, alejando de ti todo lo que te hace mal.

Continúa por unos 10 minutos. Termina agradeciendo al universo por haber compartido ese momento con tu mejor amigo.

Fuentes:

Harmonía