Los mejillones (o choros, como son conocidos en algunos países de América del Sur) son un grupo de moluscos que viven en el mar y se alimentan de pequeñas partículas que flotan en el agua. Pero además de esto, cuentan con algunas particularidades que están haciendo que los científicos se planteen muchas preguntas sobre su verdadero origen.

Durante la primavera, las hembras sueltan de 5 a 12 millones de huevos que serán fertilizados en el agua por el esperma de los machos. Son capaces de adherirse a una superficie con la ayuda de sus doce músculos retractores, situados en el tronco de su pie.

Hasta aquí no hay nada muy fuera de lo común para moluscos, pero los mejillones son seres extremadamente resistentes, capaces de soportar heladas, sol abrasador y toxinas presentes en el agua. También pueden filtrar de 10 a 20 litros diarios de agua, sin verse afectados por su contenido, que pueden descartar fácilmente y expulsarlo de sus cuerpos.

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Fuente: Quo

Además, su capacidad de adaptación a casi cualquier condición acuática ha llamado la atención de los científicos, quienes los consideran como especies invasoras.

Además de todo lo anterior, los mejillones son animales altamente codiciados gastronómica y económicamente, y algunos de los platos que los contienen son considerados verdaderas delicateses. A un mejillón le toma 2 a 3 años alcanzar el tamaño comercial.

Por estas cualidades tan particulares, algunos consideran que los mejillones pueden tener un origen muy distinto al del resto de sus primos moluscos, que normalmente no son tan adaptables ni resistentes. ¿Qué crees tú?

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