Una nueva estrategia británica podría ser la solución a los problemas de salud de muchas personas alrededor del mundo.

Se trata del impuesto sobre la carne roja. De acuerdo con un estudio llevado a cabo en el país, unas 6.000 personas mueren al año a causa de una dieta a base de carnes rojas. El estudio fue realizado por la Universidad de Oxford, y se determinó que las personas que padecen de cáncer, ataques del corazón e infartos, mantenían una dieta principalmente a base de carne roja.

Los responsables del estudio consideran que si esta maniobra se llevara a cabo en todo el mundo, se ahorrarían 220.000 muertes al año relacionadas con esta dieta.

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Este método se puso en práctica después de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) concluyera que las carnes curadas, asadas y otros tipos de carnes procesadas podrían llegar a causar cáncer. El estudio avivó demandas populares de impuestos sobre la carne roja como los que existen sobre los cigarrillos, el alcohol y otros productos.

El doctor Marco Springman dice que los niveles de consumo de carne son mayores en los países de medianas o mayores riquezas y que estos impuestos podrían no solo tener un gran impacto positivo sobre la salud personal, sino sobre la salud mundial.

Algunos países como Dinamarca han propuesto un impuesto sobre la carne roja para combatir las emisiones de gas hacia la atmósfera. El estudio, que ha sido abalado por expertos, no solo aplica el sentido común en cuanto a la salud personal, sino que también tienen en cuenta el impacto medio ambiental que tiene la industria de la carne roja.

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La Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer lideró el estudio que determinó que el consumo de carne roja contribuye a la aparición de ciertos tipos de cáncer, sobre todo de colon.

Los expertos indican que la carne roja no debe ser consumida más de una vez a la semana y es mejor limitarse a cortes magros y de buena calidad. De igual manera, los embutidos y las carnes procesadas deben evitarse todo lo posible y consumirse con muy poca frecuencia.

¿Crees que esta medida calaría bien en países donde el consumo de carne es muy alto?

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Saber Vivir

The Independent