El antiguo testamento está compuesto por varios libros muy antiguos, entre los que destaca el Libro de los Números, en el que se narra cómo Moisés envía a una docena de espías, entre ellos Josué, a explorar Canaán, la Tierra Prometida.

Lo que pretendía Moisés era saber cuánta gente vivía en esas zonas, cuan fértil era la tierra y qué sabor tenían sus frutos.

Ahora, un equipo de arqueólogos descubrió una docena de mosaicos en las ruinas de una sinagoga que se encontraba en la antigua ciudad israelí de Huqoq. Los mosaicos representan a dos de los espías de Moisés.

[Lee también: 4 mentiras que todos creemos acerca de la religión]

Quo

La obra de arte cuenta con una antigüedad de 1.600 años y pertenecen al período final del Imperio Romano.

Muestra a dos de los espías cargando un racimo de uvas, que según el relato bíblico era tan grande que debía ser llevado por dos personas, los espías de Moisés.

Este es un hallazgo importante, que muestra la relevancia de la religión cristiana, incluso hace decenas de siglos.

[Lee también: Esta es la verdadera cara de Dios, según la ciencia]

Fuente

Quo

National Geographic