Estar enamorados es, posiblemente, una de las cosas más lindas que pueden pasarnos. Encontrar una persona con la que pasar el resto de tu vida es uno de los deseos más frecuentes de todo el mundo.

A pesar de ello, los divorcios son frecuentes, incluso entre parejas recientemente casadas.

¿Por qué puede ser que tantos matrimonios fracasen?

Las respuestas son muchas, pero es probable que muchas parejas terminen divorciándose porque, antes de casarse, no se conocían lo suficiente.

Si confías en el amor por el amor mismo, sin investigar qué cimientos hay detrás, puede que construyas tu matrimonio sobre una base muy poco sólida. Y ya sabes que si edificas sin cimientos fuertes, tarde o temprano se derrumba.

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El amor no alcanza por sí solo para un matrimonio duradero y feliz. Las parejas también deben tener cosas en común, ideas similares sobre temas importantes y, sobre todo, estar comprometidas con un mismo proyecto.

Entonces, antes de proponerle matrimonio a tu pareja, deberías hacerle estas preguntas. Postergar estas conversaciones no cambiará las respuestas, así que mejor saberlo cuanto antes.

1. ¿Cómo resolvían los problemas en tu familia? ¿Había violencia de algún tipo?

Hablar sobre la infancia puede parecerte irrelevante, pero debes saber que de acuerdo a Peter Pearson, fundador del Couples Institute, en realidad es una pregunta vital.

La forma en la que se resuelven los conflictos en una pareja determina en gran medida su éxito, y generalmente las personas tendemos a repetir los modelos de resolución de problemas de nuestras familias.

Entonces, es importante ponerse de acuerdo en la forma en la que serán resueltos los conflictos en el matrimonio, hablar sobre lo que nos parece bien y mal, pero siempre entendiendo también al otro.

2. ¿Tendremos hijos? Si es así, ¿Cambiarás sus pañales?

El tema de los hijos es un punto clave antes del matrimonio. No estar de acuerdo en este punto ha llevado al fracaso a muchísimas parejas.

De acuerdo a la terapeuta Debbie Martinez, es fundamental en este tema ser completamente sincero. Si sólo decimos lo que la pareja quiere escuchar, las cosas pueden terminar mal.

Aunque el tema de los niños puede ser complicado de abordar, es fundamental tenerlo claro antes del matrimonio. Pues tarde o temprano, la cuestión aparecerá, y es mejor haberlo hablado de antemano.

3. ¿Cómo manejaremos la educación de los niños?

Si luego de la pregunta anterior han decidido tener niños, la cuestión de la educación es muy importante. ¿Le darán una educación religiosa o laica? ¿Qué tipo de crianza anhelan?

Sí, puede parecer demasiado pronto para hablar de esto. Pero es una excelente forma de saber si pueden formar un proyecto común a largo plazo.

4. ¿Tu dinero es mi dinero?

Hablar de dinero es otro punto importante antes del matrimonio, y puede ser un poco difícil de abordar. Pero lo importante es saber si están dispuestos a tener finanzas comunes, en donde el dinero de uno es el dinero de los dos y las deudas de uno son de ambos; o si prefieren tener economías completamente separadas.

También es bueno que se pregunten cómo actuarían en momentos de crisis financieras, cómo se tomaría tu pareja la situación si te quedas repentinamente sin trabajo, o qué harían en caso de necesidad.

Tener claras las ideas del otro respecto del dinero puede ahorrar muchos conflictos.

5. ¿Qué admiras en mí y cuáles son las cosas que más te molestan?

En las parejas, es muy saludable hablar no sólo de las cosas que amamos del otro, sino también de aquellas que nos molestan. No se trata de criticar porque sí, sino de asumir que el amor es “imperfecto”; que siempre tendrá cosas que no nos agraden demasiado.

Tener eso muy presente es la mejor forma de aceptar la relación tal y como es, y tener un punto de partida sobre el que trabajar.

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6. ¿Qué tan lejos podemos llegar con otras personas?

Casarse exige, a priori, monogamia: juntos y solo juntos de ahora para siempre. Sin embargo, cada vez son más las parejas que se inclinan a relaciones más abiertas, donde la posibilidad de entablar relaciones con otras personas esté admitido.

En estas relaciones, la “fidelidad” deja de tener el significado clásico para pasar a ser sinónimo de “respetar lo acordado”. Hablar de estas cosas puede fortalecer mucho a la pareja, si encuentran el límite hasta el que están dispuestos a llegar.

7. ¿Qué opinas de mi familia/seres queridos?

Debemos entender que no es saludable que nuestra pareja sea nuestro único vínculo. Todos tenemos un marco de referencia: padres, hermanos, amigos y amigas…

No es necesario que tu pareja se lleve increíble con todos ellos, pues después de todo, es tu mundo. Pero sí es vital que los acepte.

Que tu pareja esté dispuesta a recibir a tus padres en casa una tarde y que no tenga problema de pasar tiempo con tus amigos de vez en cuando. Y fundamentalmente, que no te aleje de las personas importantes para ti.

8. ¿Cómo nos imaginas en 10 años?

Pensar en el futuro juntos es fundamental. Cierto que la imagen que tienes hoy de ti mismo en 10 años puede cambiar de la noche a la mañana. Pero imaginar lo que vendrá después es una forma de saber si ambas personas desean más o menos lo mismo.

Si después de responder estas preguntas, aún siguen enamorados y seguros de querer estar juntos… ¡Adelante! ¡Disfruten el amor!

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Fuentes:

New York Times

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