¿Te cuesta comenzar el día temprano por la mañana? ¿Eres de los que posponen la alarma del despertador una y otra vez hasta el límite de lo racional? Es posible que, aunque lo intentas, no logras irte a dormir temprano y, por lo tanto, te cuesta más comenzar el día.

¡Bienvenido al club de los búhos! Ese es el nombre que utiliza un estudio británico para definir a aquellas personas que son más bien nocturnas, y a las que les cuesta mucho madrugar.

Ese mismo estudio afirma que los búhos son personas más inteligentes y más felices. ¿Quieres saber por qué? Aquí te lo contamos.

Una mujer durmiendo con su perro

Adaptación a la vida moderna

El ritmo natural del cuerpo de irse a dormir cuando baja el sol y despertarse ni bien amanece tiene que ver con lo ancestral: con la supervivencia. Mucho de eso ha quedado en nuestros genes, y no está mal respetar ese ciclo.

Sin embargo, el estudio británico ha llegado a la conclusión de que las personas que funcionan bien a la noche y no tan bien a la mañana son aquellas que han desarrollado una mejor adaptación a la vida moderna. Por decirlo de alguna manera, esto quiere decir que han evolucionado, y eso es signo de inteligencia.

Priorizar el descanso es la mejor decisión

el sol puede ayudar a dormir bien

Pero hay más. Las personas que eligen dormir lo suficiente, de verdad cuidan su cerebro. Muchos piensan que para ser productivos deben levantarse súper temprano, y para ello resignan horas de sueño. Pero no comprenden que, a la larga, esto es lo peor que pueden hacer. En realidad, el día vale mucho más si descansas lo suficiente.

Entonces, las personas que cuidan su descanso son, en general, las que mejor rinden durante el día. Tienen más capacidad de trabajo y de aprendizaje, y logran mayores metas.

Es cierto que algunas personas madrugadoras se acuestan muy temprano a la noche, por lo que siguen respetando sus horas de sueño. Aún así, la clave no es tanto la cantidad -aunque siempre se recomiendan entre 7 y 8 horas-, sino seguir el propio ritmo.

Entonces, quienes son naturalmente noctámbulos y no van en contra de ello, sino que se adaptan y deciden levantarse más tarde, resultan más inteligentes que los noctámbulos que van en contra de su propio mecanismo vital solo por madrugar.

La felicidad también cuenta

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Lo mejor de las investigaciones es que la mayoría coincide en que las personas que se despiertan más tarde son las más felices. En general, los búhos tienen niveles de ingresos más altos, un estilo de vida más cómodo y, básicamente, están más conformes con su vida.

Las personas muy madrugadoras, en cambio, suelen tener vidas más ordenadas y con capacidad de trabajo, pero se sienten menos felices.

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Al final, posponer el despertador no era tan malo, ¿no?

Fuentes:

Genial Guru

Cultura Colectiva