¿Estar o no con alguien? ¿Cómo saber cuándo es "el momento ideal" para iniciar una relación o, por el contrario, estar solo por un tiempo?

A veces hay algo adentro nuestro que nos grita que sí, que es tiempo de estar con alguien que conocemos y nos gusta; pero hay otros donde no es tan claro.

Puede que hace poco hayamos salido de una ruptura o, por el contrario, que haya pasado bastante tiempo y tengamos miedo de volver a empezar.

En temas del corazón, no es todo tan sencillo. La mayor parte de las veces la clave está en escucharse sincera y profundamente más allá de cualquier cosa, lejos de lo que "se espera" que hagamos o sintamos.

Y tú, ¿solo o acompañado? Aquí algunas claves.

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Tiempo para conocerse

Estar solo y estar en pareja, ambas, conllevan un aprendizaje, pero son muy diferentes entre sí. Al estar solo aprendemos a conocernos hacia dentro en mayor profundidad; a saber qué nos gusta, qué no, a ganar autonomía y amor propio. Al estar en pareja aprendemos a compartir, a ceder, a negociar, a tener en cuenta al otro, entre muchas otras cosas.

Según el momento que estés atravesando en tu vida, si dudas si estar solo o acompañado pregúntate sinceramente cuál de esos aprendizajes te resuena más, cuál crees que te llevará hacia una mejor versión de ti mismo. Escucha la respuesta, no la ignores; verás que hay algo en ti que te indica, casi intuitivamente, hacia dónde ir.

Tiempo para compartir

Hay veces en que el aprendizaje en la soledad se siente como ya completo; como si hubieras bailado el mismo paso una y otra vez y ya lo supieras de memoria. Ésa es el momento de, quizás, pensar en abrirse hacia algo más. Y es ahí donde el compartir con otro puede correrte de tu lugar de comodidad y plantearte nuevos desafíos.

Amor propio

Aunque parezca trillado, si no has trabajado lo suficiente tu amor propio, posiblemente las relaciones de pareja se vuelvan difíciles para ti. La falta de amor propio puede llevar a sentir celos, inseguridades, apego, entre muchas otras cosas que, por lo general, no terminan bien.

Fortalecer el amor propio es esencial para tu crecimiento individual porque todo vínculo que construyas será proyectivo, es decir, que te reflejará lo que tú crees de ti mismo.

A veces, hay relaciones que abonan esa construcción; pero hay otras que no y entonces es preciso darse el tiempo y lugar para atravesar ese aprendizaje.

Ausencia

Estar acompañado no debe ser una urgencia, algo que nos "calme" o "tape" algún vacío. Debe ser un deseo, que parta de la apertura hacia un vínculo sano, positivo y nutritivo a nivel personal. Si la soledad te sienta mal y quieres salir corriendo en busca de algo que evite el mal trago, debes permanecer ahí para ver qué es lo que ha venido a enseñarte. Recuerda que todo aprendizaje que no se atraviesa vuelve una y otra vez hasta ser sanado. Darle lugar es afrontar que todos tenemos dificultades y que es parte de nuestra propia evolución, mirarlas, aceptarlas y atravesarlas para seguir, más fuertes, hacia delante.