Dondequiera que estemos, estamos conectados con el mar y los océanos. Estos no solo regulan el clima del planeta, sino que también generan el 50% del oxígeno que respiramos, absorben el 95% de la radiación solar y almacenan dióxido de carbono.

Pero la contaminación plástica está devastando los océanos y amenazando la salud de la Tierra. Por eso, el movimiento global Take 3 propone poner el foco en las acciones individuales: una de ellas consiste en que cada persona levante tres residuos plásticos cada vez que se vaya de la playa. Así, sus creadores aseguran que evitan que 10 millones de plásticos terminen contaminando el mar cada año.

“Las acciones simples son esenciales para abordar problemas complejos”, sostienen Roberta Dixon-Valk, ecologista marina, y Amanda Marechal, educadora. En 2009, estas dos amigas desarrollaron Take 3, sobre la base de la idea de que una simple acción podía generar enormes cambios.

Las mujeres unieron fuerzas con el ecologista Tim Silverwood, y el trío lanzó públicamente Take 3 como organización en 2010. Hoy, realizan campañas globales y llevan a cabo programas de educación en las escuelas, clubes de surf y comunidades, centrándose en la inspiración y la participación.

"Creemos que todo el mundo tiene el poder de tomar medidas y crear un cambio positivo, sin importar dónde se encuentre", aseguran.

Repensar nuestra relación con el plástico

Según Take 3, el plástico representa una “desconexión” del ser humano con la naturaleza. En este contexto buscan, a través de la educación y la concienciación, construir una sociedad más conectada con el planeta. ¿Su objetivo? Generar un movimiento cada vez más grande de personas conectadas con el planeta para eliminar la contaminación plástica del ambiente y evitar (lo más posible) el desperdicio.

Se estima que 8 millones de toneladas de plástico entran en el océano cada año. Consecuencia de esto, muchos animales ingieren los productos fabricados con este material -desde sorbetes, hasta bolsas plásticas- confundiéndolos con fuentes de alimento.

Esto puede causarles lesiones, asfixia y, a menudo, la muerte. Además, el plástico puede entrar en el cuerpo humano a través de los alimentos que comemos, el agua que bebemos y el aire que respiramos.

En este marco, Take 3 propone cambiar nuestro sistema económico a uno basado en la economía circular, opuesto al modelo actual lineal de producir-utilizar-tirar. En cambio, la economía circular se basa en la naturaleza, donde no existen los residuos: es renovable y regenerativa.

Desde que comenzó su producción en masa en 1950, se han fabricado más de 8.300 millones de toneladas de plástico. De ese total, solo el 9% ha sido reciclado; mientras tanto, el 91% restante se encuentra en los vertederos, flota en nuestros océanos o ha sido quemado.

"Por eso, es fundamental repensar nuestra relación con el plástico", concluyen desde la organización.

Fuentes

Take 3