Entrenar a un perro desde que es cachorro no es lo mismo que hacerlo cuando ya tiene 3 ó 4 años. Esto no quiere decir que no puedas obtener buenos resultados si lo preparas cuando es más grande. Pero lo que sí ocurre es que cuanto antes se entrene a un perro, mejor será, gracias a que estará acostumbrado desde muy pequeño a conocer límites y ser obediente.

¿Y cuáles son los pasos necesarios para entrenar a mi perro desde cachorro? ¡Desde Protección Animal Mundial, te damos los detalles más importantes a tener en cuenta!

Las dos claves principales son la dedicación y paciencia. Entrenar a tu mascota requiere de mucha constancia y repetición, pues ella no logrará aprender todo en un solo encuentro. Por eso, precisa de cariño y tranquilidad para poder procesar nuevos conocimientos.

Aquí van algunos puntos importantes a tener en cuenta cuando comiences a entrenar a tu perro, ya sea por tu cuenta o de la mano de un entrenador:

Sé claro y consistente

Debes ser directo con las normas que le enseñes a tu perro. Si, por ejemplo, no quieres que se suba a tu cama, debes decirle “no” hasta que entienda que no debe hacerlo, en lugar de tratar de distraerlo con comida. Él debe tener en claro que no está permitido subirse a la cama, y todas las personas del hogar deberían decirle que no cuando procure hacerlo, en lugar de dejarlo de vez en cuando, porque de lo contrario podría confundirse.

Entrena antes de las comidas

Entrenar antes de la comida puede crear una asociación positiva en tu perro entre la obediencia y la recompensa. Es decir, podría entender que por obedecer en las sesiones de práctica, luego recibe como premio el alimento. Recuerda darle siempre la comida y felicítalo con mucho cariño cuando lo hagas.

No te extiendas mucho

Procura que las sesiones no superen los 10 o 15 minutos dado que, de lo contrario, tu perro se cansará y frustrará. Un can precisa descansos pero, al mismo tiempo, es bueno repetir dos o tres sesiones al día, para poder memorizar lo aprendido.

Recompénsalo y dale cariños

Pie de foto

Lo que más aman los perros es hacerte feliz, por lo que precisan que le demuestres que ha hecho las cosas bien. Cada vez que logre algo, dale un bocadillo, acarícialo, ráscale su espalda o hazle lo que más ame. De este modo, él puede percibir que te está haciendo feliz y así querrá seguir repitiendo el mismo comportamiento.

No te enojes o impacientes

Castigarlo o regañarlo porque no responde al entrenamiento no hará más que hacerlo sentirse mal y frustrado, de modo que no sentirá ganas de seguir el comportamiento que se le indica. No lo castigues y procura no ponerte impaciente con tu perro porque aprende más lento de lo que esperas. Cuando veas que él no está respondiendo, tómense un descanso, jueguen y luego de unos 10 ó 15 minutos por lo menos, vuelvan a intentarlo.

Ámalo a pesar de todo

Hay perros a los que les puede tomar un poco más de tiempo obedecer a ciertas órdenes. Esto puede deberse a su edad, su historia, los estímulos que ha recibido o, incluso, a su raza. Sea cual sea la razón, respeta los tiempos de tu perro y ámalo por sobre todas las cosas. Al igual que nos sucede a nosotros, hay desafíos o conocimientos que nos resultan más fáciles que otros. Respeta sus tiempos y no te enfades, como no te gustaría que te lo hicieran a ti.

¡Y recuerda! Cuanto más tiempo y cariño tengas para él, mejores resultados verás. La clave está en la dedicación y amor. Ellos te lo agradecerán siempre, ya que verte feliz es su mayor motivación.

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