La mayoría de nosotros hemos crecido en un ámbito machista, en el cual los hombres siempre fueron ubicados en el centro, y las mujeres fueron discriminadas, relegándolas al ámbito de lo doméstico. Desde esta concepción, hombres y mujeres se encuentran, por definición, en desigualdad de condiciones; y esa "jerarquía" es causa y consecuencia de las características y capacidades que se le asignan a cada género. Aunque en muchos lugares del mundo, las mujeres conquistaron sus derechos laborales, aún continúan siendo, en muchos aspectos, "el segundo sexo". Es decir que el machismo sigue imperando. Y no es algo exclusivo de los hombres como puede pensarse; muchas mujeres también son "machistas" en el sentido en que siguen reproduciendo esa jerarquía desigual e injusta.

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Pero ese supuesto orden "natural" de las cosas al que estamos acostumbrados está empezando a resquebrajarse gracias a la acción de distintas organizaciones que han salido a las calles a reclamar el lugar y los derechos de las mujeres.

Por eso, es momento de volver a pensar algunas de las cosas que nos resultan casi automáticas; por ejemplo, algunas frases que oímos o incluso decimos. El lenguaje es una forma de poder, también, así que es hora de empezar también desde ahí a cambiar las cosas.

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¿Qué frases machistas puedes estar diciendo sin darte cuenta de que lo sean?

1. Hacer algo "como una niña", como si eso fuera sinónimo de debilidad: por ejemplo, "correr o pelear como una niña".

2. "Vaya mujer que estás hecha" o "Ahora sí que puedes casarte", para referirse a una mujer que cocinó algo rico o que aprendió a tejer o cuida bien de los niños.

3. Esa mujer "le hizo" un hijo/a, para referirse a que una mujer "intentó" quedar embarazada para quedarse con un hombre o con su dinero; como si éste no tuviera responsabilidad al respecto.

4. "Seguramente llegó adonde está por acostarse con el jefe". Pensar que una mujer no es capaz por su propio talento de lograr un puesto jerárquico es reproducir la desigualdad, aunque no seamos conscientes de eso.

5. "Está insoportable. Seguro que está en regla". Atribuir los cambios de humor o reacciones de una mujer a su ciclo menstrual también es un mito que esconde la reproducción de la desigualdad de género como trasfondo.

6. "¿Sabés lo que necesita para sonreír? Tener una buena noche de sexo. Esta frase sigue ubicando a la mujer en un lugar de objeto sexual del hombre.

7. Si conduce mal, "seguro que es mujer". De hecho, las mujeres causan menos accidentes de tráfico que los hombres. Pero claro, el auto es un objeto culturalmente asociado a "lo masculino". Por lo tanto, esta frase es una manera de dejar bien en claro los roles de género.

8. El “no” de una mujer significa: “ruégame un poco más”. Esta frase no solo es machista, sino muy grave ya que podría justificar un acoso. Cuando una mujer dice que "no" es "no", y debe ser respetado.

9. A las mujeres les gustan los hombres que las tratan mal. A las mujeres no les gustan los hombres que las tratan mal; y si esto es así no se trata de una elección libre, sino del producto de una larga historia de sumisión en la que ha forjado su identidad.

10. ¡Vete a lavar los platos! Esta frase sigue usándose, ubicando una y otra vez a la mujer en su lugar histórico de sumisión: el hogar, donde todas las tareas se le adjudican.

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Testimonios de hombres, la relación con sus padres, el machismo y la violencia

#EllosHablan son testimonios de diversos hombres que hablan de su infancia y ponen en evidencia la violencia que vivieron en su entorno. Ellos nos dejan ver cómo en el ambiente hogareño y hostil, los niños normalizan aquello que más tarde detonará en relaciones verticales, violentas y discriminatorias que avalan un sistema de impunidad y paternalismo salvaje.

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