Una de las temáticas principales de mi consulta son las mentiras, sea éstas dichas por la persona que busca ayuda o porque ha descubierto una. Cada uno de nosotros necesita recuperar la honestidad de la humanidad, y cómo todo gran cambio se empieza por uno mismo.

En esta entrega te voy a compartir tres prácticos pasos para que puedas ser una persona que escoja la verdad antes de cualquier otra alternativa. Comencemos por definir honestidad desde la perspectiva psicológica:

“Conducta caracterizada por integridad moral, sinceridad, respeto por el prójimo y por la propiedad de los demás”. (Galimberti, 2002)

Por lo que al hablar de una persona honesta estamos atribuyendo los factores anteriormente mencionados a dicha persona. Mientras que lo opuesto a ello caería en la deshonestidad que muchas veces está encubierta debido al rechazo social existente.

bienestar

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La manera más práctica de cultivar la honestidad consiste en los siguientes pasos.

1.-Conocerte más, el primer paso para llegar a ser una mejor persona es a través del autoconocimiento. En este caso no hablamos de un conocerse superficial (como por ejemplo, qué tipo de comida te gusta, si prefieres el frío al calor, cuántos hermanos tienes…) sino a un descubrimiento interior en el cuál te encontrarás con esos aspectos que por mucho tiempo habías ocultado de tu propia identidad. Allí es donde nace la esencia de tu transformación, en lo que te has ocultado a ti mismo.

2.-Aprender a controlar tus emociones, esto lo hemos hablado anteriormente, por si aún no lees ese artículo, las emociones son la fuente principal de la calidad de tus interacciones. Por ende, necesitas aprender a reconocer su intensidad, manifestación y método de regulación. En resumen, necesitas aprender a tener autocontrol. Este es un aspecto que puede resultar más o menos difícil para cada persona, y depende de cuán importante fue la expresión de las emociones durante su crianza, tanto de dentro como fuera de la familia.

3.- Amarte, ésta es la fuente de energía de los puntos anteriores. El momento en que logras amarte, tienes la capacidad de conocerte día a día y de ejercer el autocontrol de manera frecuente sin reprimir tus emociones. Y viene de la mano de la autoaceptación. Entender quién eres y cuales son tus limitaciones te convierte en alguien más humano, lo que a su vez te hace imperfecto, pero esa es la hermosa paradoja de la transformación. Se necesita algo que esté mal para poder mejorarlo.

pensar en alguien

Te invito a que empieces a poner estos tres puntos en práctica de manera paulatina, los verdaderos cambios toman tiempo. Así como un bebé no aprende a caminar de un día para el otro, tu requieres tiempo para poder convertirte en la persona adulta que quieres llegar a ser, valorando tu proceso individual y aprendiendo a respetar el proceso de los demás. 

Recuerda que, si sientes que necesitas un apoyo extra, aquí estoy para ayudarte a encender tu propia Luz.

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