Esta pareja decidió llevar una vida más verdadera. Y quisieron hacer en una casa de barro, levantada con principios ecológicos. Una casa que, además, fue construida por ellos mismas, con tesón artesanal y amor por su nueva existencia.

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Una pareja y una nueva casa ecológica

Carlos Tapia y Gabriela Fernandez decidieron mudarse luego de años juntos y en su antiguo hogar. ¿La razón? Ella un día visitó la Laguna de Lobos: situada en la Provincia de Buenos Aires, a 15 km de la ciudad de Lobos.

Es una laguna con un tamaño de 800 ha. Alberga variedad de aves y en sus aguas carpas, dientudos, tarariras, bogas… variedades ideales para la pesca recreativa. Su flora es hermosa, siendo un sitio que invita a la relajación.

Gabriela deseó vivir en las cercanías de la Laguna de Lobos. Y su esposo, Carlos Tapia, estuvo de acuerdo. Pero, era un cambio muy radical. Debían dejar atrás una casa que ya tenían… y solo tenían dinero para comprar un terreno, no una vivienda ya construida.

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Fuente: La Nación

Solución económica y ecológica

La pareja integrada por Carlos Tapia y Gabriela Fernandez se enteró de los preceptos de la bioconstrucción. Además, leyeron el libro titulado “La casa de barro”, de Jorge Belanko y Pamela Natán. ¡Y eso los inspiró!

Además, vieron algunas casas indígenas en zonas andinas. Les encantó la estética rústica, la sensación interna de confort. Pero, había algo más: les encantó la idea de trabajar juntos, de vivir la casa haciéndola y habitándola a la vez.

¿Y cómo empezaron? Con un diseño elaborado por ellos, que cambiaron sobre la misma práctica. Contrataron un constructor que laboraba los fines de semana, a la vez que ellos mismos hacían labores para levantar muros.

Cuando decidieron mudarse, armaron una habitación provisional. Y vivían ahí, dedicados a construir. Esa experiencia les dio un trabajo en común. Pero, se dieron cuenta de algo: nunca terminarían la casa y eso era una virtud.

Entendieron que debían llevar el timón de la construcción: el maestro de obras se fue, simplemente dejó el trabajo inconcluso. Entonces, Carlos Tapia y Gabriela Fernandez empezaron a usar palas y herramientas de albañilería.

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Fuente: La Pasión

¿Y el resultado final?

La casa está en las cercanías de la Laguna de Lobos, la modifican y añaden cambios cada vez. Han descubierto que esa obra es constante, que hacerla es la nueva faceta de su vida. Una manera de vivir en la naturaleza.

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¿Se puede construir una casa de barro rápido? Es un trabajo artesanal, que requiere paciencia, a la vez que saber orientar la vivienda. Nada como el gusto de habitar una casa hecha con sus propias manos.

Fuente: Noticias Ambientales.