Según el informe de 2022 realizado por la Red de Huella Global, y que recoge los datos hasta 2018 (último año con datos disponibles), el ritmo de consumo de un ciudadano español medio ha generado un déficit ecológico de -2,8 hag (hectáreas globales por persona). Esto significa que a partir de ahora vivimos por encima de nuestras posibilidades y estamos en números rojos desde el punto de vista ecológico.

Ese déficit se produce porque la biocapacidad por persona (capacidad de regeneración biológica) se encuentra en 1,5 hag y España tiene una huella ecológica total de 4,3 hag (nuestra demanda de recursos individual, de empresas y gobiernos).

En términos económicos, sería como haber agotado el saldo disponible de nuestra cuenta de recursos en un año, antes incluso de que haya acabado. Es decir, que España ya ha agotado el presupuesto ecológico anual y ha gastado más recursos naturales de los que la Tierra es capaz de volver a generar en un año. No solo hay menos oferta que demanda, sino que, además, la demanda no deja de crecer. Esto evidencia la insostenibilidad en la explotación de recursos y pone en peligro la capacidad regenerativa de nuestro planeta para satisfacer el ritmo de producción y consumo del modelo actual.

La causa del desequilibrio ecológico

Estamos en un momento de déficit ecológico porque consumimos a un ritmo superior al de la capacidad de la tierra de producir esos bienes de nuevo. Esto es algo que marca el día de la Sobrecapacidad, el momento en que esa demanda de bienes y los servicios ecológicos excede lo que la tierra puede dar de sí.

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Los humanos ya agotamos los recursos naturales de la Tierra para este año

Además, este día también recuerda que ese modelo actual de producción y consumo es una de las principales causas de la crisis climática y destrucción de la biodiversidad sin precedentes. Es por esto por lo que es urgente promover una recuperación económica sostenible teniendo en cuanta los límites del planeta y una reducción de la huella ecológica de la humanidad.

También es necesario una toma de decisiones políticas urgentes y efectivas para retrasar el día de la sobrecapacidad de manera progresiva en los próximos años; y un compromiso real por parte de los líderes políticos con el medio ambiente y con los Objetivos de Desarrollo Sostenibles marcados en la Estrategia de Desarrollo Sostenible, que España aprobó en junio del pasado año para cumplir con la Agenda 2030.

Desde WWF trabajan para sensibilizar sobre el consumo excesivo de recursos. Para alcanzar un futuro sostenible nuestra forma de vida debe cambiar: desde nuestros hábitos de consumo, a cómo nos movemos, cómo conseguimos nuestra energía o cómo y en qué se invierte nuestro dinero, ajustándolo a nuestras necesidades reales y las del planeta.