Ya hay un país donde los plaguicidas relacionados con la muerte de las abejas están prohibidos

Su pequeño tamaño puede llegar a confundirnos, pero las abejas tienen un papel fundamental en la polinización de las plantas que producen los alimentos que consumimos.

Mónica Correa

29/03/2019

alternativas naturales para sustituir el uso de fertilizantes

Cuidar a las abejas es fundamental para la vida humana. ¿Por qué es tan importante para nosotros un insecto tan pequeño? Pues porque tienen un papel fundamental en la polinización de las plantas que producen los alimentos que consumimos.

Francia se ha decidido a protegerlas activamente al prohibir El uso de cinco sustancias insecticidas neonicotinoides (NNI) que han demostrado tener efectos particularmente dañinos para el medio ambiente (especialmente los polinizadores, y que incluye mayormente a las abejas )

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Francia prohíbe plaguicidas relacionados con la muerte de las abejas

¿Cómo actúan los neonicotinoides?

Organizaciones como Greenpeace tienen varios años luchando por la prohibición del neonicotinoides, y han realizado estudios que demuestran que están presentes con frecuencia en los cursos de agua cercanos a los invernaderos donde se han utilizado.

Greenpeace afirma que las revisiones de investigaciones previas han demostrado que los neonicotinoides no solo matan directamente a las abejas, sino que también interfieren en su capacidad de orientación y de reproducción, lo que contribuye al declive de las poblaciones. También representan una amenaza para muchas otras especies, como los insectos acuáticos.

Caso Francia

De acuerdo con una nota oficial divulgada por el Gobierno de Francia, esta prohibición afecta a todos los usuarios, y a todos los productos autorizados actualmente en ese país, independientemente de su método de aplicación, como tratamiento para el suelo, las semillas o las partes aéreas de las plantas. No hay período de gracia para agotar las existencias residuales.

Con está acción, Francia está liderando el camino en términos de protección de los polinizadores y ha sido la fuerza impulsora detrás de la reciente adopción por parte de la Unión Europea de restricciones relacionadas con el uso de tres de estas cinco sustancias.