Recientemente, en el Senado de la Nación se puso en común una propuesta que busca prohibir la tenencia de animales marinos silvestres en cautiverio. La legislación tiene como objetivo detener la exhibición y espectáculos.

Además, se solicitó un plazo de dos años para que se concrete el traslado de los animales afectados a un santuario donde puedan rehacer sus vidas en libertad y rodeados de un entorno acorde a su hábitat natural.

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La senadora que representa a la provincia de Salta por el Frente de Todos, Nora del Valle Giménez, presentó el proyecto de ley llamado Ley “Kshamenk”, peticionando la liberación de la orca que se encuentra en el oceanario de San Clemente del Tuyú.

Del Valle Giménez además, es miembro de la Comisión de Ambiente y Desarrollo Sustentable.

Junto con la organización no gubernamental Derechos Animales Marinos han decidido llevar a cabo este pedido tan necesario en los tiempos que corren.

Conviene subrayar que hará foco en los efectos del cautiverio de los seres sintientes. En caso de que se apruebe la ley, ésta incluye sanciones penales para quienes no la cumplan. Las mismas varían desde multas hasta prisión por “organizar, promover y facilitar espectáculos con animales marinos silvestres, mantenerlos y financiar ese cautiverio, importar y exportar material genético y abandonar a los animales que se mantenían cautivos”.

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Durante la sesión estuvieron presentes la jueza Elena Liberatori; el biólogo Héctor Ricardo Ferrari; el doctor Mauricio Trigo; las representantes de Change Org Argentina, Jessica Stiberman, Jimena Szpanierman y la activista, Dalila Lewis junto a 28 organizaciones por los derechos de los animales marítimos silvestres y celebridades.

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En exclusiva para Bioguia, la Senadora Nacional Nora Del Valle Giménez compartió unas palabras:

“Esta ley nació desde la necesidad de dar respuesta a un pedido del conjunto de la sociedad para que demos un paso fundamental en el avance de reconocimiento de derechos y rompamos los viejos paradigmas que ya están desactualizados. En los comienzos del siglo XXI no podemos permitir que existan espectáculos que, con cinismo, pretenden entretener y educar a niños, niñas y adolescentes a costa del sufrimiento y el encierro de animales que están privados de su libertad”.

Y enfatizó en lo siguiente: “Como sociedad debemos entender que los animales no son objetos ni cosas a nuestra disposición, sino que son, tomando como referencia las palabras de la jueza Elena Liberatori, personas no humanas sintientes, con sensibilidad y derechos”, concluyó.

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Concretamente consideramos que, sin dudas, se trata de un compromiso que debe apelar a la conciencia social y responsabilidad ambientalista. Los legisladores juegan un rol imprescindible en la toma de decisiones y asegurar que se pongan en debate e implementación estas temáticas, es una gran responsabilidad.

No hay tiempo que perder. En este momento miles de seres sintientes están siendo trasladados a un matadero, otros son mutilados por la caza furtiva y un sinfín son explotados por el ser humano y una cultura que naturalizó estas prácticas enmascaradas o en nombre de derechos y libertades que no contemplan el sufrimiento ajeno.

"Los animales tienen sentimientos, representaciones y formas de aprender, basados en el instinto. Al encerrarlos, anulamos todo eso y nos queda un animal en coma", aseveró el biólogo Héctor Ricardo Ferrari.

Con seguridad y optimismo, la legisladora Nora Del Valle Giménez sostuvo: “Tenemos que ser activistas para que a esta norma realmente podamos hacerla realidad y cumplir con los objetivos”.

Más detalles sobre el proyecto

En suma, detallaron que la propuesta ingresó en el Senado el 6 de julio pasado bajo el expediente S-1577/2022. Allí instan a la "prohibición y sanción de espectáculos con animales marinos silvestres, su exhibición y/o cautiverio sin fines de rehabilitación y reinserción o reintegro a su hábitat natural", en todo el territorio nacional.

El artículo 3 determina que la prohibición abarca las actividades de "promoción, fomento, financiamiento, organización, facilitación o realización, de manera fija o itinerante, de espectáculos públicos o privados de o con animales marinos".

Cabe mencionar el artículo 7, allí se explicita que quedara prohibido el abandono de las especies que permanezcan en cautiverio, quedando en caso de ser necesario a cargo de los responsables de los establecimientos, quienes deberán garantizarles cuidado integral.

Para finalizar, es importante destacar que durante la presentación se reprodujo un video más que elocuente.

“Al día de hoy 22 cetáceos se encuentran en cautiverio en Argentina 11 delfines en Aquarium en Mar Del Plata, 10 delfines y una orca en Mundo Marino”, anunciaron.

En esa línea, el texto puntualizó que: “Kashamenk es la única orca cautiva en toda Sudamérica. Está privado de su libertad en Mundo Marino desde 1992. Él y Floppy, un delfín nariz de botella, viven en una pileta de 6,2 metros de profundidad lo cual es 1,3 mts por debajo de los estándares mínimos de profundidad según la normativa de la República Argentina”.

Y continuó: “Tanto los delfines como las orcas son animales que, en libertad, nadan más de 70 KM diarios. Se estima que una orca debería dar 1400 vueltas diarias a su tanque para nadar lo que recorrería cada día de libertad. En estos espectáculos son expuestos a ruidos que superan los 55 decibeles, causándoles enorme sufrimiento. Ya hay más de 50 delfines encerrados en el mundo”.

¿Algún día acabaremos la explotación con fines comerciales y recreativos de las especies marinas silvestres? ¿Reconoceremos a los animales como sujetos de derecho?

¡Por más proyectos como éste! ¡Que sea ley!