Tener empatía va más allá de ponerse en el lugar de la otra persona, de hecho, convertirse en una persona empática es algo que no todos pueden lograr. Pero, ¿Por qué suele ser difícil para la mayoría de las personas? ¿Será que se trata de una habilidad o un don innato? ¿Cómo saber si tú la tienes? Cada una de estas preguntas tiene su respuesta. Descubre qué es y todo lo que necesitas saber, además, haz este test que mostraremos más adelante, para saber si tienes ese don.

Hoy en día, muchas personas carecen de empatía, ya sea por ser egoístas o simplemente por no saber cómo aplicarla. Lo cierto es que el mundo necesita de más personas empáticas, individuos con la capacidad de comprender a los demás sin pedir nada a cambio. De hecho, fomentarla debe ser algo que todos apliquen todos los días.

¿Qué es la empatía?

Empatía

La empatía se define como la capacidad de los seres humanos para conectar emocionalmente con otros de su misma especie. Esto permite compartir sentimientos, así como también, poder observar las cosas desde un punto de vista que sea el nuestro.

Es clave cuando se trata de mantener relaciones sociales e incluso profesionales. Ya que favorece un mejor desarrollo de la conciencia propia, ayudando así a crear un mundo que sea más imparcial y tranquilo.

Del mismo modo, cuando se necesita ser compasivo, es decir, expresarse frente a una situación delicada que afecta a una o varias personas. Hoy en día, la empatía es considerada un gran valor que muy pocos poseen y que ha dejado de practicarse.

¿Cuáles son los tipos de empatía?

Según especialistas, la empatía se divide en tres categorías diferentes que son: la empatía afectiva o emocional, la empatía cognitiva y la empatía compasiva. Para aplicarla es esencial conocer cada uno de los tipos que mostraremos con más detalles a continuación:

Empatía afectiva o emocional

Consiste en la capacidad que posee una persona para contagiarse y asimilar las emociones de otros individuos. De este modo, es más fácil comprenderlas y al ponerse en el lugar de la otra persona se pueden sentir dichas emociones como si fuesen propias.

Empatía cognitiva

Por otro lado, la empatía cognitiva se centra en la capacidad del intelecto de un individuo para entender la postura de la otra persona. En otras palabras, es capaz de “ponerse en sus zapatos”, pero, en este caso, no se involucran las emociones.

Empatía compasiva

Se trata de un tipo de empatía que se basa, principalmente, en la capacidad de una persona para mostrar empatía hacia otros. Es decir, ser capaz de mostrar predisposición al ver que una persona se encuentra en una situación difícil en la que requiere ayuda. La empatía compasiva es una de las más importantes, ya que es cuando llega el momento de pasar a la acción.

¿Cómo fomentar la empatía?

Empatía

Algunos expertos aseguran que la empatía es una cualidad innata de todo ser humano, no obstante, existen personas que cuentan con un nivel más alto de empatía. Es decir, poseen una empatía más desarrollada que otros, lo que significa que, dicha cualidad puede mejorarse.

Ahora bien, para fomentar la empatía solo tienes que llevar a cabo algunas acciones que caracterizan a una persona empática, estas son las siguientes:

  • Cuando una persona habla contigo sobre un problema, debes escucharla con mucha atención.
  • Intenta dar consejos solo si la otra persona lo pide
  • Una vez que desarrollas la inteligencia emocional, aprendes a identificar las emociones con mayor facilidad.
  • Intenta comprender mejor el accionar ajeno.
  • Siempre debes mostrar un interés real y sobre todo, desinteresado hacia las otras personas.
  • Tolerar y respetar las opiniones de los demás e incluso sus puntos de vista, también es una característica de una persona empática.
  • Asimismo, otra de las formas de fomentar la empatía es comprendiendo la comunicación de una manera más extensa. Es decir, en forma escrita, oral, gestual e incluso corporal, ya que así, podrás identificar tanto emociones como situaciones con mayor facilidad.
  • Cuando hablas con otra persona, siempre debes mostrarte receptivo y sobre todo, atento. Esto ayudará a que la comunicación sea más profunda con los demás.
  • Si vas a ayudar a otra persona, evita basarte en tus situaciones personales, céntrate en las emociones de esa persona y no en las tuyas.
  • Nunca juzgar o basarte en estereotipos.

¿Cómo hacer un test de empatía?

Empatía

El test de empatía que te mostraremos a continuación, no se trata de un cuestionario o un test clínico que suele usarse normalmente. En este caso, se trata de lo que se conoce como “divertimento” que tiene el objetivo de que las personas reflexionen un poco acerca del conocimiento de la empatía. Así como también, el nivel empático que posees actualmente, por lo que es un test bastante interesante.

Ahora bien, el test consta de 7 preguntas, las cuales cuentan con tres opciones de respuesta que serían A, B y C.

  1. Mi nivel de empatía es muy alto.
  2. Carezco de empatía.
  3. Soy una persona empática, sin embargo, no al nivel que creía.

Recuerda que el test te permitirá saber cuál es tu nivel de empatía para que puedas mejorarlo o desarrollarlo, esto en caso de que tu nivel sea bajo. Aclarado los puntos básicos, solamente queda resolver el test de empatía:

Tu hijo/a desea quedarse más tiempo compartiendo en casa de sus amigos/as

  • Lo aceptas pensando que para tu hijo/a es importante compartir con sus amistades.
  • Aceptas o te niegas, pero en ningún momento piensas en la situación.
  • Lo/a reprendes y le dices que sería mejor si pusiera el mismo empeño a los estudios.

Vas por la calle conduciendo cuando de pronto alguien realiza una maniobra riesgosa que obstaculiza la conducción de tu vehículo

  • Tocas el claxon repetidas veces y le gritas.
  • No haces nada, ya que piensas que pudo ser a causa de un despiste, puesto que a ti también te ha pasado.
  • Te enojas al creer que lo hizo a propósito pensado que es el amo de la carretera.

Una persona te dice con mucha ilusión, cómo será el vestido que usará para cierta ocasión especial

  • Te pones de pie y le dices que te alega mucho, lo haces con la misma ilusión.
  • Respondes, de manera rotunda, que esa clase de vestidos no son de tu preferencia.
  • Ignoras lo que acaban de contarte e incluso, cambias de tema.

Una persona pasa por un mal momento, siente tristeza, depresión o ansiedad

  • La miras pensando que todo es su culpa y que no hace lo suficiente para mejorar.
  • No piensas en cómo se siente en ese momento.
  • Te detienes a pensar en las razones por las que esa persona pueda estar sintiéndose así. Te llegan recuerdos de situaciones difíciles en las que te sentías de la misma forma, por lo que sabes muy bien lo que siente esa persona.

Un amigo te cuenta que se siente feliz porque ha conseguido un mejor empleo

  • Sientes una gran alegría y le dices lo contento/a que estás por su logro.
  • Te alegras, pero rápidamente cambias de tema.
  • Te detienes a pensar en todo el esfuerzo que ha tenido que hacer para obtener el puesto de trabajo y en la satisfacción que debe tener en ese momento. Incluso le expresas que además de felicidad debe sentir mucho alivio después de conseguir el trabajo.

Una persona cercana está mal de salud

  • Te detienes a pensar en su situación, tomas el teléfono y le llamas para preguntar cómo esta y antes de colgar, le dices que esperas que mejore pronto.
  • Piensas que está exagerando, le dices que no es para tanto y le hablas sobre circunstancias similares por las que tú has pasado.
  • Piensas en lo mal que la debe estar pasando a causa de su enfermedad, especialmente, después de haber realizado varios cambios en su vida.

Tu pareja está molesta a causa de algo que no salió como esperaba, teniendo en cuenta la situación, ¿Qué respuesta deberías darle?

  • Piensas en que no debería hacer tanto alboroto por nada.
  • Le regañas y le dices que siempre está igual.
  • Le comprendes y le dices que es normal sentirse así cuando algo no sale como espera.

Sin importar cuál fue el resultado que obtuviste, debes entender que la empatía puede desarrollarse. Se trata de una cualidad necesaria que todos debería aprender a mejorar y sobre todo, practicar todos los días. Comprender a las personas no es sencillo, sin embargo, cuando lo consigues puedes ponerte en el “lugar del otro” y así, tendrás un mejor bienestar emocional y social.

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Fuentes: Psicoglobal, Unodc, Área humana.