Te comentamos todo sobre el origen del quinto sol y la humanidad, según los dioses méxicas. Una historia fascinante que te conducirá hasta los inicios de la humanidad. Profundizando en la creación y lo que representan los soles para la mitología mesoamericana.

Para la mitología de Mesoamérica, el quinto sol tiene que ver con aquel bajo el que vive la humanidad actualmente. Pero, esto implica que primero existieron cuatro soles, que representaron diversas eras o etapas fallidas.

¿Cuál es el origen del quinto sol?

Quinto sol

Si quieres saber sobre el origen del quinto sol, como se ha mencionado, esta es una historia de la mitología maya y azteca que hace referencia al sol bajo el que vive la humanidad actual. Quiere decir que el sol y la luna, en la cultura azteca, poseen un significado fascinante.

En otras palabras, significa que antes de su creación existieron cuatro soles y estos representaban aquellas eras o etapas que fallaron. El origen del quinto sol indica que estas eras o etapas estaban caracterizadas por un Sol especial y una humanidad bastante peculiar. Terminando con un tipo de catástrofe distinta.

Resumiendo un poco la historia de los 5 soles aztecas: Nahui Océlotl (4 Jaguar) que es el primer Sol, se encontraba habitado por gigantes y fue una civilización devorada por jaguares. Después vino Nahui Ehécatl (4 viento), el segundo Sol, que fue destruido por el viento y como consecuencia, los hombres mutaron a simios. Luego vino Nahui Quiyáhuitl (4 lluvia), el tercer Sol que fue abrazado por el fuego y los hombres se transformaron en guajolotes.

Y, finalmente, Nahui Atl (4 agua) el cuarto Sol, que sufrió una inundación y sus habitantes se transformaron en peces. Una vez que pasó esta devastación, los dioses se reunieron en Teotihuacan, que es el lugar donde se hacen Dioses. Con la finalidad de crear el quinto Sol, que lleva por nombre Nahui Ollin (4 movimiento).

Entre las versiones más populares del mito del quinto sol y la creación, está la Leyenda de los soles, que se incluye en el Códice Chimalpopoca. Donde se relata con mucho detalle la manera en la que los dioses se concentraron para decidir quién sería asignado como el quinto sol. De esta forma, de entre todos ellos un dios arrogante y rico, conocido como el Señor de los caracoles o Tecuciztecatl, se ofreció como voluntario.

No obstante, los otros convinieron que para ese ritual era necesario alguien más. Solicitando así, el apoyo del humilde Nanahuatzin, Lleno de llagas. Un dios muy pobre y enfermo, quien sin la menor duda aceptó ese deber. Partiendo de ese momento, los dioses edificaron dos pirámides, que son aquellas que se conocen como las pirámides del Sol y la Luna. Ubicadas en el sitio arqueológico de Teotihuacan, y en medio de ellas encendieron una enorme hoguera sacrificial.

Con respecto a los dos dioses, tuvieron que hacer ayuno y penitencia por cuatro días, al igual que una serie de ofrendas. Ricos materiales fueron ofrecidos por Tecuciztecatl, entre ellos se encontraban plumas de quetzal, punzones de jade y bolas de oro. Sin embargo, Nanahuatzin ofreció cosas de poco valor como manojos de hierba atada, espinas de maguey con su sangre y ramas de abeto.

El sol y la luna

Quinto sol

Cuando llegó la media noche del cuarto día, los dioses hicieron todos los preparativos necesarios para la ceremonia. Tecuciztecatl usó vestimentas con ricos adornos, pero Nanahuatzin solo usó ropaje de papel. Ambos tenían que lanzarse hacia la pira sacrificial y se le había pedido a Tecuciztecatl que se arrojara primero al fuego. No obstante, se asustó y dio un paso atrás, repitiendo el proceso cuatro veces sin éxito.

Cuando se le hizo la petición a Nanahuatzin, saltó al fuego sin la menor duda. Fue en ese momento cuando Tecuciztecatl, al observar la valentía de Nanahuatzin, por la vergüenza, se animó y saltó hasta el fuego. Una vez que sus cuerpos quedaron hechos cenizas, ascendieron hasta el horizonte con una nueva naturaleza. Nanahuatzin como el Sol y Tecuciztecatl como la Luna.

Ambos emergieron con una enorme luminosidad, y uno de los dioses golpeó a la luna lanzando un conejo. Opacando así su resplandor. Por último, para que el sol pudiera estar en acción, los dioses restantes decidieron sacrificarse.

Pero no lograron nada con esta acción, por lo que el dios Quetzalcóatl, conocido como la Serpiente emplumada, tuvo que intervenir. Desempeñando su papel del dios del viento Ehécalt, quien a través de un gran soplido colocó en movimiento al Sol. Permitiendo de esta manera que ocurriera la sucesión entre el día y la noche.

¿Qué tiene que ver Quetzalcóatl con la creación de la humanidad?

Al hablar del quinto sol también es necesario mencionar a Quetzalcóatl. Y después de que el Sol y la Luna fueron creados en Teotihuacan, el mundo tenía que ser poblado. Es por este motivo que Quetzalcóatl, quien es uno de los dioses más importantes dentro del panteón mesoamericano, fue designado para realizar esa tarea.

El dios, dentro de una de las versiones de este mito del quinto sol y que se puede encontrar en la Leyenda de los soles, descendió a Mictlan, el lugar de los muertos. Donde también reina Mictlanteuctli. Desde allí, al señor oscuro, que era representado como un esqueleto humano Ejerciendo su soberanía en el inframundo y las almas de los muertos, debido a esto, guardaba los huesos de las generaciones pasadas.

Dichos huesos, que Quetzalcóatl hizo lo posible por rescatar para dar origen a la nueva humanidad, representaron un motivo de lucha para estos dioses. Entonces, Mictlanteuctli colocó a prueba a Quetzalcóatl. Con el acuerdo de darle los huesos si conseguía soplar el cuerno de concha que no tenía ningún agujero. Así, Quetzalcóatl, usando su gran ingenio, superó este reto logrando que los gusanos perforaran la concha y las abejas entraran para hacerla sonar.

La prueba de Quetzalcóatl

Quinto sol

Una vez superada la prueba, en un primer instante, Mictlanteuctli permite que Quetzalcóatl se lleve los huesos, cambiando de opinión al final. De esta manera, a través de engaños, el dios creador procede a robar los huesos. Indignado, Mictlanteuctli ordena a los animales de su reino a perseguir a Quetzalcóatl y que caven una fosa muy profunda para atraparlo. Este cae en el pozo mientras huye, por lo cual los huesos se dispersan y quedan destrozados.

Pese a todas las cosas, Quetzalcóatl se repuso y juntó todos los huesos rotos. Tras haber escapado de Mictlan los trata de recomponer en Tamoanchan, un sitio mítico de origen, o en Teotihuacan. Todo esto depende de la versión de la leyenda. Allí la Mujer serpiente, Cihuacóatl, los trituró y colocó dentro de un recipiente, para ser mezclados con la sangre de Quetzalcóatl. Dando vida finalmente a la humanidad.

Además de todo esto, Quetzalcóatl ofrece a la humanidad su principal sustento, el maíz. Contando con la ayuda de una hormiga gigante, extrae de la Montaña del Sustento las semillas y el grano. Alimentando así a la humanidad recién creada.

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El famoso mito del quinto sol

Hay otra historia que cuenta el origen del quinto sol. Al inicio de los tiempos, los dioses méxicas estaban reunidos alrededor del sol. Tomaron la decisión de crear al mundo y que habitara en él un ser humano. Le otorgaron vida a un humano gigantesco y crearon a Ocelotonatiuh, el sol hecho de tierra. Siendo criaturas que medían 7 metros de alto. Por lo enormes y lentos que eran, se creía que cuando se llegaban a caer, ya no podían levantarse y terminaban muriendo.

Después de 700 años, los dioses tomaron la decisión de destruirlo, puesto que su tamaño no era el apropiado y no era un ser muy inteligente. Así, Quetzalcóatl, también decidió derribar al sol, ya que no era digno de los dioses. Como el sol estaba hecho de tierra, al caer con él causó numerosos terremotos. Provocando hoyos tan grandes que se tragaron a la humanidad. Sobreviviendo solo los que se convirtieron en plantas y flores.

Intentaos que no terminaban

Pese a que este intento fue un fracaso, los dioses hicieron otro intento, creando a Ehecatonatiuh, sol del viento, que después de 700 años fue destruido. Y al derribar el sol se desataron terribles vientos que aniquilaron a la humanidad, sobreviviendo solo los que se convirtieron en simios. Una vez los dioses calmaron su ira, crearon a Atonatiuh, el sol de agua. Pero las deidades pelearon entre sí y derribaron a este tercer sol.

Luego de un periodo de tormentas, con un diluvio que duró cuarenta días y cuarenta noches. Sobreviviendo solo quienes se convirtieron en peces. Finalmente, los dioses se pusieron de acuerdo para reanudar su labor, creando a Quiauhtonatiuh, el quinto Sol. Pero las deidades se pelearon nuevamente, provocando que sus creaciones se extinguieran. El fuego del sol cayó sobre la tierra, surgieron volcanes y la humanidad fue quemada.

Pasaron tal vez siglos hasta que los dioses decidieron crear al hombre nuevamente. Pero ya no contaban con huesos para la labor. Sin embargo, Quetzalcóatl recordó que Mictlantecuhtli contaba con un último hueso. Y de allí parte nuevamente el relato de la creación de la humanidad por parte de la Serpiente emplumada Quetzalcóatl. Dando vida al hombre como se conoce, sin la necesidad de dioses, porque, como bien se sabe, se destruye a sí mismo.

Fuente: Muy interesante; México desconocido.