Los primeros años de vida son momentos cruciales para la formación de las personas. La pedagogía Montessori, una educación basada en estímulos y libertad, trabaja cultivando el deseo natural de aprender. Siguiendo esta premisa, te contamos de un modo de armar la habitación de los niños para potenciar su autonomía y desarrollo.

La pedagogía Montessori

La reconocida educadora italiana María Montessori, insistió en la importancia de cultivar el deseo de aprender. A través de estímulos que potencian la autonomía individual, sus herramientas pedagógicas permiten que los pequeños experimenten la alegría de aprender por sí mismos al ayudarlos a perfeccionar sus aptitudes naturales para aprender.

Una de sus ideas más destacadas es la de permitir al niño encontrar la solución de un problema, siendo él mismo el que construye nuevos conocimientos. Para ello, el docente actúa como un “guía” con muebles sencillos y materiales que asemejan el aprendizaje con un juego.

Siguiendo esta filosofía, el objetivo de una “habitación Montessori” es el de permitir y estimular la autonomía del niño. Un acondicionamiento que favorezca su desarrollo, un lugar donde pueda crecer libremente.

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niños jugando

¡Prepara la habitación!

Con los siguientes consejos lograrás una habitación sencilla, cómoda y natural, ¡e incluso más económica!

Utiliza colores neutros y suaves, la habitación debe transmitir tranquilidad y armonía. El suelo debe estar libre de objetos así para que el niño pueda moverse libremente. También puedes colgar imágenes y fotografías o una pizarra en la pared para que el niño puede inspirarse.

Coloca el colchón directamente sobre el suelo, o en una cama bastante pegada al piso, para que desde bebé, el niño pueda subir y bajar por sí solo. No utilices camas altas ni cunas con barrotes.

Coloca un espejo que esté a la altura del niño para que pueda observarse e investigar su reflejo.

El mueble donde almacenas los juguetes también debe estar a la altura y el alcance del niño, así podrá familiarizarse con el orden de las cosas y acceder libremente a ellas. Ten cuidado de no entusiasmarte con las cantidades, las cajas de juguetes no deben desbordar.

Puedes hacer lo mismo con su ropa, en percheros bajos donde pueda colgar su campera y cajones que estén a su altura.

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Arma un espacio de manualidades: una mesa pequeña y una silla son ideales.

Prepara un rincón de lectura: un lugar cómodo donde leer y libros en estanterías a las que pueda acceder por sí solo.

Muebles adaptados, colores cálidos y un espacio seguro y ordenado son las claves garantizar un ambiente donde los niños pueden desarrollarse, potenciando su aprendizaje y autonomía.

¿qué piensas de este método? ¿lo aplicarías en casa?

Fuente:

Ana Utrilla