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La filosofía oriental es mundialmente conocida y admirada gracias al enfoque que propone en general: una vida más simple y con propósito, con foco en el aprendizaje constante y el crecimiento personal. Algunos de los métodos japoneses más conocidos son el Ikigai, el Kakebo y el Kaizen. Este último se ha convertido, en los últimos años, en el secreto del éxito para empresas reconocidas. ¿En qué consiste y cómo puedes aplicarlo a tu día a día?
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el Método Kaizen: en qué consiste la filosofía japonesa que aplican las empresas
Kaizen, que en japonés significa "mejora continua", es un método y filosofía que suele aplicarse al ámbito profesional. De hecho, el Kaizen es la esencia de muchas compañías que buscan mejorar sus procesos de manera constante.
Adaptabilidad, excelencia, compromiso, crecimiento y eficiencia son algunas de las palabras que más se asocian al método Kaizen. Sin embargo, aunque suele aplicarse al mundo laboral, es perfectamente trasladable al desarrollo personal.
4 pasos para aplicar el kaizen a tu vida diaria
1. Analiza qué áreas de tu vida te gustaría mejorar
Enfocarse al 100% en todos los ámbitos de la vida no es tarea fácil. Potenciar uno puede llevarte a descuidar otras áreas que también son claves. Por ejemplo, puede que decidas avanzar en tu profesión, pero que eso te quite tiempo de disfrute o que las finanzas no sean óptimas.
Apunta en una hoja todas las áreas que consideres importantes en tu vida e imagina que das un puntaje del 1 al 10 a cada una. Este ejercicio te ayudará a identificar en cuáles deberías enfocarte más.
2. Avanza poco a poco y con objetivos pequeños
Uno de los pilares principales del Kaizen es dar pequeños pasos. Esta idea es perfectamente trasladable, por ejemplo, a cuando incorporas un hábito nuevo. También a aquellos objetivos grandes que parezcan inalcanzables. En este caso, es mejor "dividirlos" en tareas más pequeñas y definiendo un plan de acción.
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3. Detente, observa, aprende y haz los ajustes necesarios
La introspección es fundamental. De vez en cuando, para un momento a contemplar el camino recorrido. Aprende de los errores, celebra los logros y sigue adelante, no sin antes analizar qué puedes mejorar. Adquiere nuevas habilidades y conocimientos, que te darán numerosas herramientas para seguir avanzando y concretar tus proyectos.
4. El objetivo es importante, pero también lo es el proceso
¡Mantente enfocado! Pero, sin perder de vista tus sueños, recuerda que el proceso para alcanzarlos también es importante. El camino que transites puede ser enriquecedor para tu crecimiento personal, así que presta atención a todo lo que la experiencia te pueda enseñar.
