Cortar una relación tóxica es un proceso que puede requerir de tiempo e incluso de apoyo psicológico. Si la toxicidad del vínculo se debe, además, a que una persona es manipuladora o agresiva es de esperar que incluso sea aún más difícil, ya que esas personalidades suelen tejer argumentos tan racionales que confunden y no hacen tan claro entender el daño que se está generando.

Por eso, en estos casos, es muy importante hacerle caso a nuestra brújula interna: la intuición. Cuando algo nos hace mal se activa en nosotros algo que busca tender hacia el bienestar. Es como si fuera instintivo: queremos ir hacia lo que nos hace bien, nos da seguridad, y huir de lo que puede lastimarnos. Se trata entonces de hacerle caso a esta reacción más genuina, que nos sale del corazón.

Tú más que nadie sabes si esa relación te hace bien o no. Pero aquí podrás encontrar algunas de las formas en que solemos engañarnos a nosotros mismos para pensar que está todo bien. Tomar registro de ello es el primer paso para comenzar a tomar coraje, cortar ese vínculo y dejar que uno sano y positivo llegue a tu vida. ¡Te lo mereces!

Sigue leyendo para descubrir si esta es tu situación.

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Lo tengo bajo control

Pensar que un vínculo tóxico está "bajo tu control" es un gran engaño. Justamente, si fuera así, ya lo hubieras cortado. De hecho, tienes que empezar por asumir que no es algo que racionalmente puedas manejar, sino que hay algo que te mantiene ahí, en una relación que no te hace feliz. Ése es el primer paso para pedir ayuda y para pensar en algo mejor para tu vida.

Es mi culpa

Pensar que tú eres siempre el generador de los problemas que hay en una pareja tóxica también es un engaño. Aunque puedas equivocarte y está bien que lo reconozcas, todo lo que se genera es producto de los dos. Aquí no hay culpas, porque hablar de culpas necesariamente supone que hay alguien que tiene una posición más privilegiada que el otro. El juego de poder, en un vínculo tóxico, es muy peligroso.

No asumas toda la responsabilidad, excepto la tuya por procurarte tu propio bienestar.

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Va a cambiar

Pensar que las cosas van a mejorar está bien, pero depositar todas las expectativas en un futuro que es muy difícil imaginar desde el presente es un engaño. Las personas cambian si sienten dentro de sí ese llamado, no por pedido y no por "el bien de la relación". No esperes que alguien cambie y continúes un vínculo que te daña con esa esperanza. Acepta lo que es, incluso si es doloroso, porque eso te permitirá elegir mejor.

Nos amamos

No te engañes: esto no es amor. Un vínculo que daña, que hace sufrir, que lastima, no es amor. No temas encontrarte con esta verdad, ni al hecho de volver a estar solo. Es mejor trabajar tu relación de amor contigo mismo que buscar amor donde solo hay dolor.

Mereces lo bello, lo bueno, lo positivo... ¡Ve por eso!

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Fuente:

The minds journal