Para quienes se lo preguntan y no saben cómo, para abrir los ojos a una realidad que no podemos -ni debemos- seguir negando, Fundación Temaikèn desarrolló diversos contenidos sobre turismo responsable.

Desde distintas plataformas, incluyendo la experiencia de Guardianes de la Naturaleza en su Bioparque, comparten información vital para actuar de manera sostenible con la naturaleza y así poder seguir disfrutándola por muchos años más.

Consejos para estar en contacto con la naturaleza en nuestro país y convivir de forma amigable y respetuosa con la flora y fauna

Una ciudadanía responsable y comprometida es vital para el cuidado de la naturaleza. Por eso, este verano, cuando miles de familias vacacionen en todo el país es fundamental que sepan cómo qué hábitos deberían existir en una época donde son frecuentes los incendios, los encuentros con fauna y flora silvestres o el comercio ilegal de vida silvestre” indica Alejandra Romeo, Responsable de Educación Ambiental de Fundación Temaikèn.

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Créditos: Fundación Temaikèn

Así, la fundación conservacionista -que en 2022 cumplió 20 años de vida- comparte algunas pautas generales que pueden ayudar a generar un turismo más amigable para la biodiversidad y para nosotros mismos, que somos parte de ella.

  • Consumir responsablemente el agua y la energía del lugar, minimizando su huella.

Muchas zonas del país están atravesando sequías. Asimismo, la generación de energía es una de las actividades que mayor impacto tiene en el ambiente.

  • No generar basura y en el caso de que sea inevitable, guardarla y siempre colocarla en los contenedores indicados.

Es útil llevar bolsas para almacenar residuos en las mochilas de viaje. Hasta la yerba mate o los restos de frutas y verduras, aunque sean de origen vegetal, deben ser dispuestos según las indicaciones.

  • Si se ingresa con perros a los espacios naturales, llevarlos siempre con correa y supervisión permanente.

Si se encuentran gatitos, también notificarlo a las autoridades del lugar. Con frecuencia, los animales domésticos suelen cazar aves u otro tipo de animales silvestre, hiriéndolos gravemente.

  • Evitar los plásticos de un solo uso.

Debemos aprovechar que en la actualidad ya es más sencillo acceder a botellas, bolsas de compras y contenedores reutilizables para llevar y conservar alimentos, incluso kits de vajilla de viajero.

El plástico tarda muchos años en biodegradarse y su destino final casi siempre es el agua, ya sea de mar o de río. Y de allí sus partículas se incorporan al cuerpo de los animales y las personas, acumulándose en los organismos y pasando de unos a otros a través de la alimentación.

Además, el nylon suele ser confundido con alimento por aves, tortugas y mamíferos acuáticos que los consumen, provocandoles la muerte.

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Créditos: Fundación Temaikèn
  • Recordar que los animales silvestres no son mascotas. Su comercio está prohibido por leyes nacionales y provinciales.

Comprar animales, incluso por lástima y de buena fe, “para liberarlos”, no hace más que generar demanda y aumentar la presión de captura sobre las poblaciones silvestres.

Además, liberar animales en la zona incorrecta puede atentar contra la supervivencia de ese animal y a la vez generar un impacto ecológico negativo.

Denunciar este comercio siempre es importante para darle intervención a las autoridades locales.

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  • No llevarse plantas u objetos pertenecientes al entorno ni alterar ambientes.

Hay espacios que contienen ejemplares únicos en el país, ya sea de valor ambiental o histórico.

Llevarse un ejemplar de este tipo puede afectar el equilibrio de ese ambiente y hasta puede afectar a la supervivencia de una población o, incluso, generar una invasión biológica en otro ambiente natural.

  • Realizar fogatas únicamente en los lugares permitidos y con las medidas de seguridad necesarias.

El verano es una época donde los incendios son frecuentes y debido a la sequía o falta de agua es posible que se generen catástrofes ambientales.

  • Procurar que las únicas “huellas” que deja tras de sí sean de sus pisadas.

Un turista responsable es cuidadoso con los lugares que visita, siendo amigable y respetuoso con su entorno.

Y sobre todo, apoyar el comercio sostenible local: elegir productos, servicios y experiencias que garanticen el uso sostenible de los recursos del destino y que respeten el hábitat natural de la fauna y la flora autóctonas.

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Créditos: Fundación Temaikèn

Disfrutar observando la naturaleza tiene grandes beneficios: El contacto con los entornos naturales y su biodiversidad genera efectos físicos y emocionales que impactan positivamente en la salud.

Algunos de ellos son: mayor cantidad y mejor calidad de oxígeno, ejercicio de distinto nivel para los músculos y cerebro, reducción del estrés, mejor calidad del sueño, síntesis de vitamina D, disminución de la tensión arterial, la frecuencia cardiaca, el colesterol y, en consecuencia, las enfermedades cardiovasculares.prevención de miopía y, no menos importante, disfrute estético.

Disfrutar de la flora y fauna

Argentina es un país muy rico en biodiversidad y, según la región a la que se viaje, podrán encontrarse diferentes escenarios, con plantas y animales que muchas veces son propios de un lugar.

Este aspecto es muy importante a tener en cuenta, porque una práctica muy habitual como llevarse un gajo de una planta, puede alterar o generar impacto negativo.

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Créditos: Fundación Temaikèn

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El encuentro con la fauna silvestre también puede suceder de forma casual. En este sentido la forma correcta de actuar es no interactuar con ellos ni acorralarlos.

No hay que darles de comer ni de beber (para evitar que se acostumbren a los seres humanos); y hay que tener en cuenta que si fueran crías seguramente sus padres estén cerca buscando alimento y es importante no alejarlos de ellos para su supervivencia, en especial en el caso de los mamíferos.

Por más buena voluntad que tengamos, es importante no “rescatar” a un animal innecesariamente, ya que su contacto con humanos y el ingreso a un centro de rescate implica una extracción de su hábitat natural que puede durar semanas o meses, afectando sus chances de sobrevivir.

En cambio, si vemos o comprobamos que están heridos, hay que avisar de forma urgente a autoridades locales, que saben de manejo de fauna.

Ser amigable con el ambiente es cada vez más importante ante catástrofes frecuentes como los incendios y con especies en peligro, consecuencia de la caza o el tráfico ilegal.

Más allá de esto, cuidar los ambientes es también un aporte a la salud de las personas, ya que también dependemos de un entorno equilibrado.