El reconocido actor irlandés Colin Farrell, de 46 años, ha llevado una vida sentimental intensa y fascinante. Aunque no ha pasado por el altar, ha sido vinculado a algunas figuras famosas como Britney Spears y Angelina Jolie. Sin embargo, uno de los aspectos más sorprendentes de su vida amorosa fue su inesperado romance con la legendaria estrella de Hollywood, Elizabeth Taylor.

Aunque Farrell rara vez habla sobre su vida privada. Durante una rueda de prensa promocional de la película "Langosta", dirigida por Yorgos Lanthimos, se le preguntó acerca de las almas gemelas y su perspectiva sobre las relaciones.

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El actor compartió su visión, afirmando que cada persona tiene un propósito en la vida y que encontrar a alguien para pasar el resto de los días no necesariamente es ese propósito. Aunque valora la belleza de la experiencia compartida, no cree que el compromiso de toda una vida sea algo necesario.

Esta visión ha sido reflejada en las relaciones pasadas de Farrell. Ha experimentado conexiones profundas pero no ha logrado mantener relaciones a largo plazo debido a diversas circunstancias, desde luchas personales hasta incompatibilidad de agendas y estilos de vida. Recientemente, se confirmó su separación de Kelly Macnamara, con quien estuvo en pareja durante cinco años. Según rumores, el compromiso del actor con su carrera habría afectado la relación con la asistente personal del guitarrista de U2, The Edge.

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En cuanto a su romance con Elizabeth Taylor, Farrell reveló que se desarrolló durante el estreno de la película "Letras prohibidas, la leyenda del Marqués de Sade" en el año 2000. Ambos entablaron una relación poco después, pero se separaron al año siguiente. Aunque hubo rumores de que se habían casado en una ceremonia no legal, ninguna de las partes confirmó ni desmintió estas versiones.

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Además de sus experiencias sentimentales, la vida de Farrell ha estado marcada por la paternidad. Tuvo un hijo llamado James Padraig en 2003, fruto de su relación con la modelo Kim Bordenave. El nacimiento de James cambió su vida drásticamente, ya que Farrell luchó contra las adicciones y se comprometió a ser una presencia constante en la vida de su hijo, quien fue diagnosticado con el síndrome de Angelman, un trastorno neurogenético poco común.

En una gala benéfica dedicada a la investigación sobre el síndrome de Angelman, Farrell pronunció un discurso conmovedor sobre la importancia de presenciar los primeros pasos de un niño y la profunda conexión que se establece entre padres e hijos en esos momentos únicos e inolvidables.

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Aunque actualmente se encuentra soltero y enfocado en su carrera, su sobriedad y el cuidado de sus dos hijos ocupan un lugar prioritario en su vida. Colin Farrell sigue cautivando tanto en el cine como en su forma de enfrentar los desafíos personales, demostrando que su historia va más allá de los romances y las relaciones fugaces.

Fuente: La Nación.