Según la ONG Vida Silvestre, desde 2000 se produjo la misma cantidad de plástico que en los últimos 50 años. Además, se estima que, anualmente, se arrojan 8 millones de toneladas de este material al mar.

Desde distintos lugares del mundo, dos jóvenes se aventuraron en un viaje para generar conciencia sobre la importancia de cuidar nuestros cuerpos de agua.

Desde Tijuana hasta Ushuaia

Martina de Marcos (26) siempre sintió una conexión especial con el mar. En 2018, esto dejó de ser solo un sentimiento y se concretó en una acción: emprender un viaje para generar conciencia sobre la contaminación de plástico en los ríos, mares y océanos.

Así fue que, junto a su novio, fueron desde Tijuana, México, hasta Ushuaia, en Argentina. Recorrieron más de 12.000 kilómetros en nueve meses. Durante el viaje, brindaron charlas de concienciación y organizaron jornadas de limpieza. “Al principio tuve mucho miedo, pero mi corazón siempre me dijo que tenía que hacerlo”, confiesa la joven.

Martina creció en Argentina, pero estudió Ciencias Marinas en Australia. Al recibirse, trabajó un año en el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, donde formó parte de un proyecto sobre la basura marina. En ese momento, supo que podía hacer más y decidió comenzar con su propia campaña, Limpiando el Mundo.

“La contaminación no se da solo porque la gente tira basura al agua -explica Martina-, sino también por los residuos que se tiran en la calle y que se van por las alcantarillas, como paquetes de papas fritas o sorbetes”.

Cruzar el Atlántico en velero

Agustina Besada (32) estudió Diseño Industrial y trabajaba diseñando muebles en Buenos Aires. Sin embargo, sentía que algo le faltaba. Luego de hacer un intercambio de estudio en Barcelona, descubrió que su camino era otro: el de la sustentabilidad.

Entonces, decidió irse de su ciudad natal y aplicar a una maestría de Gestión de la Sustentabilidad, en la Universidad de Columbia, en Nueva York. Allí también comenzó a trabajar como voluntaria en un centro de reciclaje. “Yo pensaba: ‘Este plástico tuvo la suerte de llegar acá, pero qué pasa con el que no”, explica.

Luego de investigar mucho y reconsiderar su relación con el plástico, se le ocurrió una idea: recorrer el Atlántico en velero, recolectando muestras de plástico. “‘Vamos a volver a la Argentina navegando’, le decíamos a la gente”, cuenta Agustina, que viajó con su pareja.

Con este viaje que comenzó en 2018, nació Unplastify, una organización que brinda charlas y talleres para generar conciencia en organizaciones, empresas, clubes y colegios. Además, coordina limpiezas y desarrolla programas para generar acciones e implementar estrategias de desplastificación.

Tomar acción

Son varios los países de América Latina y el Caribe que están tomando acción contra el plástico desechable y reduciendo su consumo. Uno es el caso de la Ciudad de Buenos Aires que, en 2017, prohibió a todos los supermercados usar o vender bolsas de plástico y, en mayo de este año, el uso de sorbetes en hoteles, shoppings y locales que posean una concurrencia de más de 300 personas, entre otros.

En enero de 2018, en Panamá se sancionó una legislación para restringir el uso de bolsas de plástico. Una de las precursoras de esta ley fue Martina; gracias a una charla que le brindó a un grupo de jóvenes en David, provincia de Chiriquí, los chicos le hicieron llegar la información a un legislador que presentó el proyecto de ley. Por eso, ella subraya la importancia del aporte individual para el cuidado del medioambiente: “Si todos empezamos a levantar del piso, por lo menos tres cosas de plástico por día, ya vamos a estar haciendo la diferencia”.

Fuentes:

Unplastify

Limpiando el mundo