Los bebés aprenden a moverse en el agua antes que a andar o gatear. Están perfectamente adaptados a este medio. Lo conocen bien, no en vano han vivido en un líquido similar durante sus nueve meses de gestación.

Puede sonar un poco extremo, pero un grupo de científicos noruegos descubrió una serie de beneficios al enseñarle a nadar a los bebés con sólo unos meses de vida.

De acuerdo con el estudio, enseñar a nadar a bebés a partir de sólo dos o tres meses de vida no solo ayuda a los pequeños a flotar y bucear desde la infancia, sino que aumenta su equilibrio y su destreza física cuando crecen.

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Los resultados muestran claramente que los bebés que aprenden a nadar siendo muy pequeños son mejores haciendo ejercicios de equilibrio y alcanzando objetos que el resto

En concreto, según el estudio, los niños que recibieron dos horas de clases de natación semanales entre los dos y los siete meses de edad, al cumplir cinco años eran capaces de mantener el equilibrio sobre una pierna, saltar una cuerda, andar de puntillas y meter un gol dando una patada a un balón, entre otras habilidades.

Todas estas destrezas las desarrollaban mejor que los niños que no estuvieron expuestos a esta experiencia.

Principales beneficios de la matronatación

Además de fortalecer la relación afectiva y cognitiva, la matronatación tiene las siguientes bondades:

  • Ayuda al bebé a relajarse: la matronatación favorece que se le abra el apetito, que esté de buen humor y concilie mejor el sueño.

  • Desarrollo psicomotor: el bebé se mueve con libertad dentro del agua y empieza a adquirir nociones de distancias.

  • Aparato locomotor: mejora la movilidad y el rendimiento muscular.

  • Sistemas cardiorrespiratorio e inmunológico: está demostrado que la natación fortalece el corazón y los pulmones, y refuerza las defensas del pequeño.

  • Inteligencia: el agua estimula la capacidad de juego del pequeño, lo que en el futuro repercutirá positivamente en el aprendizaje.

  • Socialización: el contacto con otros niños en la piscina ayuda a mejorar las relaciones sociales. El pequeño aprenderá a comunicarse con mayor fluidez y a realizar actividades en grupo.

UN FLOTADOR DE ENTRENAMIENTO

Si te preocupa la seguridad de tu pequeño, la tecnología nos ha brindado nuevas herramientas para enseñarle a los más pequeños a nadar.

Por ejemplo, en Alemania desarrollaron un flotador llamado "Swimtrainer". El objeto, con altos estándares de calidad, ya se encuentra presente en más de 40 países, entre ellos Chile.

El curioso flotador, facilita a los bebés y niños la introducción al agua durante y el nado. Es apropiado para ocupar desde los tres meses, asegurando una natación divertida y responsable.

Es el único flotador que logra iniciar la natación realmente desde la primera etapa. Se puede usar desde los tres meses hasta los seis años.

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Fase de iniciación

Tenemos que hacer que el bebé se familiarice con el baño, para facilitar más tarde el contacto con la piscina. Iremos reduciendo paulatinamente la temperatura del agua de la bañera hasta los 32 grados, que es la temperatura de la piscina. Una reducción brusca podría ser perjudicial para el bebé.

Debemos acostumbrarnos a manejar con seguridad al pequeño en el agua. Mételo contigo para aprender a sujetarle y moverle. No salgas de la bañera con él en brazos, lo más adecuado es que otra persona que esté fuera ayude a sacarlo para evitar un posible resbalón o tropiezo.

A la hora de coger al bebé, las primeras veces debe ser de forma tal que nos vea. Una postura cómoda tanto para el niño como para el progenitor es sentado en la bañera y con las piernas encogidas, apoyando al bebé en las piernas y las rodillas y sus pies sobre nuestra barriga. Mientras sujetamos su cabeza con una mano, con la otra le acariciamos y mojamos con suavidad.

La primera visita a la piscina no debe realizarse hasta los tres meses. Una vez dentro, coge al bebé entre los brazos y llévatelo al pecho, si se pone nervioso háblale para que se tranquilice y dale un paseo por el agua. Las primeras sesiones deben ser cortas y se pueden ir aumentando progresivamente hasta 20 minutos máximo.

¿Qué piensas? ¿Te animarías a enseñarle a nadar a tu bebé? Déjanos tus comentarios.

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Fuentes:

Publimetro

La Opinión